Vida
Antonio Ramón Vallejo nació en Tegucigalpa (Honduras) en 1844 y falleció en la misma ciudad en 1914. Es considerado el padre de la historia nacional, de la estadística y de los estudios del territorio en Honduras. Aprendió sus primeras letras en una escuela privada dirigida por sus tías maternas ya que no existían escuelas públicas de enseñanza primaria ni centros públicos de enseñanza secundaria por lo que realizó dichos estudios en la Academia del Estado. En 1862 se examinó para obtener el grado de Bachiller y se inscribió en el Colegio Tridentino de Comayagua para seguir la carrera sacerdotal, siendo ordenado sacerdote en 1868. Tras ejercer como cura durante más de veinte años, abandonó el sacerdocio en 1889 aunque siguió siendo fiel, pero crítico con algunas prácticas de la doctrina católica. Se dedicó a la abogacía, pero también se interesó por la educación, la historiografía, el periodismo o la política defendiendo sus ideas progresistas y desempeñando diversos cargos. Fue un escritor prolífico con más de treinta y seis obras, algunas de ellas inéditas.
En 1906 publicó Ligeras observaciones al curso elemental de la historia de la lengua española publicada en El Salvador. En dicha obra se opone al Curso elemental de historia de la lengua española, obra de Santiago Barberena. A pesar del título, la obra de Vallejo consta de 19 capítulos y 419 páginas. Aunque pondera el esfuerzo de Barberena al escribir el curso elemental en una situación poco propicia para los intelectuales y reconoce que llenaba un vacío pues venía a satisfacer las necesidades de los alumnos de enseñanza secundaria, se opone a algunos conceptos expuestos por Barberena y observa algunas carencias, aunque también destaca algunos aciertos. El libro de Barberena pasó casi desapercibido en Honduras, sin embargo, Vallejo no dudó en examinarlo minuciosamente, reconociendo que él no tenía ninguna formación en filología ni en lingüística, y mostrarse contrario a ciertas opiniones expresadas por el autor del Curso elemental. Así rebate la idea de que la Filología forme parte de la Historia Natural o señala la ausencia de Antonio de Nebrija de quien hace una encendida defensa por su aportación al castellano. Igualmente incluye una Historia de los Directores de la Real Academia Española de la Lengua desde su fundación. Vallejo considera que la lengua hebrea fue la primera frente a Barberena que señala a la lengua simiaca o que el sánscrito no fue un idioma de uso cotidiano. También difiere en aspectos gramaticales o en el hecho de que no reconozca al latín como la lengua de la que deriva el castellano, lengua romance. Al enterarse Barberena de las observaciones de Vallejo sobre su Curso, no dudó en ponerse en contacto con él en 1902 para solicitarle sus observaciones y utilizarlas en la 2ª edición de su obra. Aunque Vallejo había escrito la obra en 1902, no se publicó hasta 1906 gracias al apoyo del gobierno hondureño.
Gloria Martínez Lanzán