José (o Josep) Oriol Ronquillo Vidal fue un farmacéutico, escritor, periodista, traductor y lexicógrafo aficionado español del siglo XIX. Este autor, muy polifacético, nació en Barcelona, en 1806, en el seno de una familia acomodada. Se sabe muy poco sobre los primeros años de su vida, que vinieron a coincidir con las vicisitudes provocadas por la Guerra de la Independencia (1808-1814); respecto al resto de su existencia –y pese a ser un personaje relevante de la Barcelona decimonónica–, resulta difícil establecer una cronología exacta. Sea como fuere, queda constancia de sus estudios de Farmacia, que culminaron con la obtención del título de doctor, en el barcelonés Real Colegio de San Victoriano. En los años siguientes, entre finales del decenio de 1830 y comienzos del siguiente, y tras un breve exilio en Burdeos, Ronquillo combinó, dentro de su desempeño profesional, su trabajo en el campo farmacéutico con el periodismo, pues llegó a dirigir, mano a mano con Pedro Felipe Monlau (1808-1871), el periódico El Constitucional, cuyo nombre –en el contexto de la Primera Guerra Carlista (1833-1840)– no dejaba lugar a dudas respecto a su posición ideológica: no solo era claramente anticarlista, sino que defendía las tesis progresistas del general Espartero (1793-1879); de hecho, durante la regencia del militar riojano (1840-1843), nuestro autor llegó a ocupar algún cargo menor en el consistorio de la Ciudad Condal. Parece que, en 1843, tras la marcha al exilio del Duque de la Victoria, el catalán abandonó toda veleidad política y se centró en los quehaceres para los que se había formado; además, trabajó como perito químico del Ayuntamiento de Barcelona y, más tarde, de la aduana de su puerto, puesto que le permitió entrar en contacto con el mundo mercantil y comercial. Ronquillo Vidal formó parte de la élite cultural de la capital catalana de mediados del siglo XIX, en la que brilló con luz propia su faceta de traductor; asimismo llegó a ser miembro de la Academia Nacional de Medicina y Cirugía, de la Sociedad de Farmacia de París y fue el primer presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. Nuestro autor murió en su ciudad natal, con 70 años, en 1876.
La labor intelectual de Ronquillo fue prolífica; la filológica –eminentemente lexicográfica–, más comedida. En la década medial de la centuria decimonónica, llevó a las prensas su Diccionario de materia mercantil, publicado en cuatro tomos: los tres primeros –el primero (A-CAU), en 1851; el segundo (CAV-FUL), en 1853; y el tercero (FUL-ORT), en 1855–, con sello de Agustín Gaspar; el cuarto y último (OSM-Z), de 1857, con el de José Tauló. En esta completa obra, compuesta por unos 3000 artículos de gran extensión por la cantidad de informaciones enciclopédicas que expone, Ronquillo desgranó, en riguroso orden alfabético, todas las mercancías desembarcadas y embarcadas por el puerto de la capital catalana de la época; al final del cuarto tomo se incluye un índice alfabético general.
Jaime Peña Arce