Apenas sabemos nada de la vida de este autor gascón, tal vez bayonés, que firmó como Voltoire, ni siquiera su nombre completo. Brunet nos dice que Voltoire ejerció en el Midi francés como profesor de lengua, escritura y aritmética; sin embargo, se diría que estamos más bien ante un comerciante metido en asuntos lingüísticos. Así, su primera obra conocida es un tratado en defensa de la actividad comercial titulado Le Marchand, traictant des proprietez et particularitez du commerce et negoce [...] (vefve de J. Colomiez et Raymond Colomiez, Toulouse, 1607), donde incluyó una colección de 616 proverbios gascones (moutets gascous), «para los hijos de los burgueses y comerciantes gascones»; según Gabriel Clavelier casi todos los proverbios fueron traducidos del francés, tomándolos de alguna de las ediciones del Recueil de sentences notables, dicts et dictons communs (Amberes, 1568) del flamenco Gabriel Meurier (¿1530?-¿1610?).
Voltoire es conocido, sobre todo, por ser el autor del primer manual de lenguas que incluye el vascuence, publicado originalmente con el título L’Interprect ou traduction du françois espagnol & basque en Lyon hacia 1620 (el año aparece escrito a mano en la portada). Por último, podría haber sido también el autor de una obra perdida, de la que solo conocemos la tabla de contenidos, añadida al final de L’Interprect.
L’Interprect se enmarca plenamente en la tradición de los manuales de lenguas renacentistas y presenta las secciones habituales en este tipo de obras didácticas: gramática, vocabulario y diálogos. Sin duda, la intensa actividad económica en torno al puerto de San Juan de Luz (Pirineos Atlánticos, Francia) explica la inclusión del vasco en una obra de este tipo (Lakarra 1992). De la edición impresa en Lyon conocemos un único ejemplar, conservado en la Biblioteca de Burdeos. En 1642 se reimprimió en Bayona sin mención del autor, al parecer en dos emisiones que solo difieren en el título. En las décadas siguientes, y ya sin el control de Voltoire, que seguramente habría fallecido, la obra conoció al menos otras cinco reediciones, pero en ellas el texto aparece muy truncado, pues prácticamente se publican solo los diálogos, y no siempre todos.
El «Spece de grammaire», con el que se inicia el manual, es una gramática de carácter léxico, organizada en tres columnas (castellano, francés y vasco), que solo ofrece listas de palabras de diversas categorías y subcategorías: adverbios, preposiciones y conjunciones (págs. 1-11), pronombres (págs. 11-13), tiempos y modos verbales (págs. 13-39) y, finalmente, ejemplos de nombres en singular y plural (págs. 39-40).El diccionario de Voltoire –«Dictionaire alphabetique despuis lettre A iusques à V pour compter & pour les iours, semaynes, mois & ans»– es el primer trabajo lexicográfico vasco impreso sin relación con la literatura, y el único que se publicará en 120 años. Ocupa 82 páginas (págs. 41-122) y reúne 1050 entradas ordenadas alfabéticamente por la primera letra en dos columnas, francés y euskera. Le sigue una breve nomenclatura, «Pour compter iusques à cent, & pour les jours, sepmaines, mois & années» (págs. 123-131). El diccionario de Voltoire ha sido fuente de al menos dos obras lexicográficas posteriores: el diccionario manuscrito vasco-francés (ca. 1666) de Silvain Pouvreau (¿?-¿1675?) y los diccionarios de la Gramatica escuaraz eta francesez (Bayona, 1741) de Martin Harriet (¿?-¿?).
Al final del libro se recogen catorce diálogos trilingües (págs. 132-280). Como en la parte gramatical, el vasco es traducción del francés, siendo una traducción no muy cuidada. Así se justifica el autor en la introducción: «qui n’a point heu [el vascuence] de correction authorisée, ou emologuée comme les aultres» (págs. VI-VII). Sáez Rivera ha demostrado que la fuente de los diálogos de Voltoire son los Coloquios familiares muy convenientes (Amberes, 1568), escritos por Gabriel Meurier.
Ricardo Gómez-López