Barros, Alonso de (entre 1540 y 1545-1604)

Vida

Se desconoce la fecha de nacimiento de Alonso de Barros, aunque fue en Segovia entre 1540 y 1545. Fue hijo de Diego López de Orozco y Elvira de Barros, ambos de noble linaje. Los servicios prestados por su padre a Carlos V (1500-1558), en el cargo de ayudante de cámara, le valieron para ser nombrado aposentador de la casa real en 1563, oficio que desempeñó durante los reinados de Felipe II (1527-1598) y Felipe III. (1578-1621). Fue, sin duda, una de las figuras destacadas de la Segovia intelectual de la denominada Edad de Oro. Por su situación en la Corte, fue un buen conocedor de las aspiraciones y fracasos de quienes querían formar parte o ascender en ella. En ese contexto obtuvo favores y ventajas económicas, gracias a la influencia de Mateo Vázquez (1542-1591), secretario de estado de Felipe II. Su biblioteca, de más de ciento cincuenta volúmenes, denota su amplia formación y gustos por diversas materias. Gracias a su posición y a sus aficiones se relacionó con escritores y otros personajes de su época, como el poeta Liñán de Riaza (¿?-1607), el conquistador Hernando de Soto (ca. 1500-1542), y grandes figuras de nuestras letras como Mateo Alemán (1547-1614), Lope de Vega (1562-1635) o Cervantes (1547-1616). Murió en Madrid en 1604.

De entre su obra cabe señalar la Filosofía cortesana moralizada (Pedro Madrigal, Madrid, 1587), curiosa adaptación del juego de la oca a la realidad cortesana. A nosotros nos interesan particularmente los Proverbios morales, que alcanzaron gran fama y fueron apreciados por Felipe II. La obra se publicó por vez primera en 1598, aunque conoció varias ediciones en siglos posteriores, y fueron traducción al francés y al italiano. Su fama quedó confirmada por la calidad de sus prologuistas y las alabanzas de sus contemporáneos. Así, la primera edición, aparecida en Madrid, tiene prólogo de Mateo Alemán y elogios de Lope de Vega y Hernando de Soto; y la de Zaragoza, impresa en 1656, recibió la aprobación de Baltasar Gracián (1601-1658). Se trata de una compilación de 1062 refranes en la línea de la paremiológica de la época en que se percibe la importancia de la tradición grecolatina.

Obra

Bibliografía

Paula Barriendo Cebrián