Jean Perger era de origen alemán, como él mismo dice en la dedicatoria de su gramática italiana, por lo que su nombre podría haber sido Johannes Perger. Pero no sabemos el lugar exacto de su nacimiento, ni el año. Para 1661 ya debía encontrarse en París, pues es la fecha en que se imprime la primera de las gramáticas que compuso. Esto hace pensar que se ganase la vida enseñando lenguas, su alemán materno, el italiano (había pasado tres años en Italia), y tal vez también el español, si es que no lo aprendió más tarde y que sabía peor, además de conocer el francés en el que publicó sus obras, y que conocería cuando se instaló en París. Llegó a ser intérprete del rey francés, primero de alemán, y más tarde, secretario e intérprete, de alemán, italiano y español, lo cual hace constar en las portadas de las gramáticas alemana y española. Desconocemos la fecha y el lugar de su muerte, aunque no debió ser mucho tiempo después de la publicación de la gramática española, pues no hay más noticias sobre él.
A Perger se debe una colección de gramáticas de diferentes lenguas, lo cual, por otra parte, es testimonio de sus amplios conocimientos lingüísticos: La grammaire italienne, ou Nouvelle méthode très courte et très parfaite pour apprendre la langue italienne (J. Dugast, París, 1661), Grammaire allemande et française, ou Nouvelle méthode, très-facile et très-parfaite, pour apprendre la langue allemande […] (P. Variquet, París, 1665), La véritable et unique grammaire allemande [...] (L. de Laulne, París, 1681), Vollkommene französische Grammatig. Parfaite grammaire françoise expliquée en langue allemande (Thomas Guillain, París, 1687), y, la última de la serie, la Nouvelle grammaire de la langue espagnolle. Se decidió a escribir esta última por la satisfacción que le produjo la llegada a la corona española de un hijo de Francia, como dice en el «Préface», aunque para entonces los materiales debían estar ya muy avanzados, pues la aprobación es de 1700, justamente el año en que Felipe V (1683-1746), accedió al trono español.
La Nouvelle grammaire de la langue espagnolle sigue el modelo de los manuales de enseñanza de segundas lenguas, con una parte estrictamente gramatical, la «Grammaire espagnole» (págs. 1-156), a la que sigue una nomenclatura (págs. 157-242), anunciada en la portada, con el título de «Nomenclature françoise et espagnolle, reduite dans un ordre facile», en la que las entradas están en francés, acompañadas por el equivalente español, seguramente dirigida a los franceses que deseaban aprender nuestra lengua. La obra se completa con una relación de «La pluspart des verbes espagnols» (págs. 233-243), por orden alfabético, 252 en total, con la entrada en español y el equivalente en francés, y con unas historitas, la parte más extensa, «Horas de recreación, a saber, cien novellas con maestría escritas para aprovechar a todos en español y francés» (págs. 244-431), por su título en español, ya que el contenido va en páginas enfrentadas, el francés en las páginas pares y el español en las impares. La Nouvelle grammaire de la langue espagnolle no es una obra totalmente original, ya que se basa en la Nouvelle grammaire espagnole (Daniel Elzevier, Amsterdam, 1680) del Sieur Ferrus (¿?-¿?), y, probablemente, en las fuentes empleadas por este. Para las «Horas de recreación» debió basarse en una fuente francesa. No debió tener ningún éxito la gramática española de Jean Perger, por lo que no volvió a ser editada, además de recibir fuertes críticas por parte de los gramáticos que no tardarían en dar a la luz nuevas obras.
Manuel Alvar Ezquerra