Son escasas las noticias biográficas de que disponemos del clérigo Gregorio de los Ríos. Por sus rasgos lingüísticos es probable que fuese de origen leonés. Por otro lado, son escasos los lugares a que hace referencia en su obra, todos ellos castellanoleoneses: Toro, Medina del Campo, Aranda de Duero y Guadalajara. Felipe II (1527-1598) lo nombró capellán de la Casa de Campo de Madrid en 1589, a la vez que debía trabajar y dirigir las obras de jardinería en ella. A él se debe el primer tratado de jardinería en sentido moderno, la Agricultura de iardines. En 1605 se publicó juntamente con la Agricultura general de Gabriel Alonso de Herrera (1470-1539), lo que ha causado no pocas confusiones. El tratado de Gregorio de los Ríos interesa en la BVFE porque da cuenta tanto de las plantas y flores como de los árboles ordenándolos alfabéticamente a partir de su nombre vulgar, aunque no es un repertorio lexicográfico, por más que el autor recurre al orden alfabético para ordenar los materiales; carece de definiciones, pero se dan caracterizaciones y explicaciones de tipo técnico, no lingüístico, útiles para identificar y conocer aquello de lo que trata.
Manuel Alvar Ezquerra