No se conocen datos exactos sobre la trayectoria vital del intelectual argentino Enrique Teófilo Sánchez. Preocupado por el problema de la fragmentación lingüística de Hispanoamericana, el objetivo de su obra, Voces y frases viciosas (1901), no era otro que lograr formar una uniformidad en el idioma y crear una Academia de la lengua.
Su repertorio se considera una recopilación y enumeración de barbarismos americanos con un claro carácter prescriptivo. El autor realiza una clasificación de los términos en función del país en el que se emiten (Argentina, Bolivia, Chile, Perú) y establece la terminología común que debe emplearse. Además, introduce pequeños apuntes sobre el concepto de neologismo e incluso cuestiona la labor de la Real Academia Española por la inclusión de numerosos arcaísmos americanos.
Carmen Martín Cuadrado