Pedro Simón fue un religioso español, uno de los cronistas más importantes de la historia de la Nueva Granada y el iniciador de la lexicografía del español de América. Nació en la localidad de San Lorenzo de la Parrilla (Cuenca), en 1574 (otras fuentes, hoy descartadas, proponían la fecha de 1581), dentro de una familia de siervos del marquesado de Cañete. Los datos que maneja la investigación hasta la fecha de su partida al Nuevo Mundo (1604) son escasos: ingresó, muy joven, en la orden seráfica, y realizó el noviciado en el convento de San Clemente (Cuenca), situado dentro de la provincia franciscana de Cartagena, donde recibió la ordenación sacerdotal. En la primavera de 1604 viajó, embarcando en Sanlúcar de Barrameda, hasta Cartagena de Indias, desde donde pasó a Bogotá, ciudad en la que ejerció como lector en Artes y Teología en el colegio que su orden poseía en la capital cundinamarquesa; años después, alcanzó la cátedra. De forma simultánea a su trabajo pedagógico, fue escalando puestos dentro de su congregación –guardián del convento de Santa Fe, visitador provincial, y predicador y calificador inquisitorial– hasta ser nombrado, en 1623, padre provincial. El conquense se alejó dos veces de la capital de la audiencia neogranadina: la primera, en 1608, cuando visitó las regiones andinas de Colima y Huila, en plena guerra de conquista; y la segunda, entre 1612 y 1613, momento en el que recorrió distintas áreas del territorio, dentro de sus labores de recolección de datos para la composición de sus obras de carácter histórico. Nuestro protagonista, terminado su trienio como provincial, fue enviado al convento de San Diego de Ubaté, al norte de Bogotá, donde lo sorprendió la muerte, en una fecha indefinida, pero contenida entre 1626 y 1628.
El quehacer de Simón como cronista fue notabilísimo, y culminó –tras sus viajes, lecturas y una concienzuda revisión de los materiales atesorados en los archivos cartageneros– con la redacción de sus Noticias historiales de las conquistas de tierra firme en las Indias Occidentales, considerado el texto más relevante sobre los hechos acaecidos durante la colonización de la Tierra Firme, nombre dado en las primeras etapas del periodo virreinal a las actuales Colombia y Venezuela. De esta obra, compuesta en tres tomos y enviada a España para su publicación, solo vio la luz el primero, centrado en la historia de Venezuela, en el que se relató al detalle la expedición de Lope de Aguirre (1511 o 1515-1561). Dentro de ese primer volumen, su autor incluyó una «Tabla para la inteligencia de algunos vocablos desta historia», compuesta por 156 artículos, el primer ejemplo de lexicografía americana. Las voces recogidas en este repertorio, concebido a modo de glosario de la obra, formaban parte ya, pese a proceder de las lenguas amerindias, del español de la zona. El trabajo filológico y lexicográfico, extraordinariamente relevante, del padre Simón pasó desapercibido hasta fechas recientes, pues, aunque a finales del siglo XIX –gracias a la labor del intelectual colombiano Medardo Rivas (1825-1901)– la obra pudo imprimirse en su totalidad, no se incluyó la «Tabla» (algo que tampoco hizo, hasta finales del siglo XX, ninguna de las ediciones posteriores); el punto de inflexión de esta situación se produjo en 1980, momento en el que la «Tabla» fue editada, de forma independiente y con un estudio previo, por el Instituto Caro y Cuervo de Bogotá.
Jaime Peña Arce