Cristóbal Suárez de Figueroa nació en Valladolid en 1571, hijo de Juan Alonso Suárez, abogado, por lo que la segunda parte de su apellido es un añadido, probablemente para hacerse pasar por familiar del duque de Feria en su primera estancia italiana. Debió estudiar en el colegio de los jesuitas de su ciudad natal, y en 1588 partió a Italia en busca de mejor fortuna. Estudió Derecho en Bolonia, doctorándose en Pavía en 1594. En 1600 ejercía su profesión en Nápoles y en 1604 regresó a España por cuestiones familiares. La vida se le complicó cuando apuñaló a un caballero, por lo que se vio obligado a vivir de manera clandestina por el sur de España. En 1606 va a Madrid donde comienza una abundante producción literaria. En 1623 regresa a Italia acompañando al duque de Alba, pero tuvo problemas con la Inquisición. Falleció allí en fecha no determinada. Se le ha querido identificar, como a tantos otros, con Alonso Fernández de Avellaneda, pseudónimo del autor de la continuación del Quijote (1614). Es autor de la Plaza universal, traducción de La piazza universale di tutte le professioni del mondo de Tommaso Garzoni (1549-1589), obra con numerosas citas de autores clásicos antiguos y modernos. Ni el original italiano, ni la traducción española son un repertorio lexicográfico, por más que en su interior pueda hallarse una gran riqueza léxica. Es simplemente un tratado en el que se habla de las ciencias y las artes y de cómo se deben ejercer, que vio la luz en varias ocasiones, una de ellas ya avanzado el s. XVIII. Fue una de las fuentes manejadas en el Diccionario de Autoridades, el primero de la Real Academia Española.
Manuel Alvar Ezquerra