Miguel de Toro y Gisbert nació en Madrid en 1880. Hijo de Miguel de Toro y Gómez (1851-1922), polígrafo y destacado lexicógrafo, en París se formó en la universidad y trabajó como lexicógrafo para la editorial Larousse casi toda su vida. En 1914 fue nombrado académico correspondiente en el extranjero (Francia) y mantuvo una intensa y continua participación en el Boletín de la Real Academia Española. Obtuvo el grado de Doctor en Letras por la Universidad de París en 1927 con una tesis titulada L’évolution de la langue espagnole en Argentine, posteriormente publicada en francés (1933). En 1932 defendió su segunda tesis doctoral, un fragmento del diccionario general de la lengua española, publicada al mismo tiempo que la primera también en París.
Entre las personalidades de relieve del panorama literario e intelectual que conoció en esa época en París cabe recordar a Ricardo Güiraldes (1886-1927), a Enrique Gómez Carrillo (1873-1927) y al eminente Rufino José Cuervo (1844-1911) a quien dedicó una introducción a la obra póstuma Disquisiciones sobre filología española (1937).
Son escasas las informaciones biográficas de Toro y Gisbert de que disponemos, pero sabemos que falleció en 1966.
Traductor, escritor, filólogo y lexicógrafo, se inserta en la tradición de lexicógrafos y gramáticos españoles que, desde Francia, enriquecieron el panorama lexicográfico del país.
Fue autor de obras de ortología, gramática y enseñanza de la lengua española. Entre ellas destaca su Ortología castellana de nombres propios (1911), cuya importancia y relieve en la filología hispanoamericana fueron subrayados por Cuervo en su carta prólogo.
Merece una mención su Tesoro de la lengua española: ortografía, conjugación […] parónimos (1911, con una segunda edición en 1917). En 400 páginas, este tesoro se propone como un instrumento práctico para los escritores y usuarios que quieran mejorar su estilo presentándoles los errores más frecuentes del momento.
Su nombre está ligado al ámbito lexicográfico. Fue el responsable de la adaptación española de las primeras ediciones del Pequeño Larousse ilustrado. Nuevo diccionario enciclopédico (1912), bajo la dirección de Claude Augé, que aún se reedita hoy. En este ejemplo de lexicografía ilustrada, cuya publicidad anunciaba 6000 grabados, destaca la extensión en campos de especialidad no tratados por otros repertorios de la misma categoría.
Como pionero de la lexicografía dialectal hispanoamericana y andaluza, merece una mención particular Americanismos (1912), sobre el léxico del español de América y «Voces andaluzas (o usadas por autores andaluces) que faltan en el Diccionario de la Academia Española» (1920) que además de destacar por su exhaustividad, sobresale por su concepción moderna, compuesto a partir de un corpus primario de textos literarios y un corpus secundario de textos gramaticales y lexicográficos.
Mario Salvatore Corveddu