Manuel Dendo y Ávila es conocido por el Ensayo de los synónimos, que apareció en Madrid en 1757, aunque hay una tirada de esta misma edición con fecha en la portada de 1756, lo cual ha causado no pocas confusiones. Pese a los estudios sobre su obra y las críticas a ella, carecemos de datos biográficos sobre esta misteriosa figura de la lexicografía española.
Su breve Ensayo fue el primer acercamiento a un fenómeno que ya había suscitado interés a lingüistas extranjeros, pero que en España no se había tratado aún: la sinonimia. No obstante, no fue esta la primera obra de estas características que recibió la aprobación de la crítica, sino también el Examen de la posibilidad de fixar la significación de los sinónimos de la lengua castellana (1789) de José López de la Huerta (1743-1809). Dendo y Ávila seleccionó trece pares de voces para analizarlas, comparando los sentidos de cada par y su distribución en distintos entornos sintácticos. Si esto no era suficiente, acudía a tratados etimológicos o a las autoridades. Debido a su falta de rigor, el Ensayo de los synónimos pasó inadvertido a los lectores de su tiempo y, posteriormente, fue objeto de críticas que coincidían en que, pese a que la intención de Dendo era buena, su obra –pionera en España– no llegó a ser una aportación determinante para la materia. Entre las críticas cabe señalar la anónima publicada en los números de febrero a mayo del Mercurio de España.
Leticia González Corrales