Rasmus Kristian Rask fue un destacado lingüista danés, pionero en la gramática comparada. Nació en Brændekilde (Dinamarca) en 1787. En 1801 comenzó sus estudios en la Escuela de Latín de Odense (Dinamarca), en los que pronto despuntó. Su especial interés por el islandés llamó la atención de su profesor Rasmus Nyerup (1759-1829) que, años más tarde, le facilitó el acceso a la Universidad de Copenhague: desde 1808 fue voluntario de la biblioteca, hasta que, a la edad de 31 años, le otorgaron una plaza de profesor. Entre 1813 y 1815, vivió en Islandia, donde afianzó sus conocimientos lingüísticos y se familiarizó con la cultura del país. Sus inquietudes filológicas lo llevaron a embarcarse en un largo viaje de siete años (1816-1823) por Europa y Oriente. En ese periodo, además de reunir textos y manuscritos para la biblioteca universitaria, se inició en el estudio de diversas lenguas. Desde su regreso a Dinamarca hasta su muerte, en 1832, se dedicó a la redacción y edición de sus últimas obras.
Su estudio sobre los orígenes de las lenguas nórdicas, Undersøgelse om det gamle Nordiske eller Islandske Sprogs Oprindelse (Gyldendal, Copenhague, 1818), fue una de las primeras aportaciones científicas a los estudios de gramática comparada. Publicó, asimismo, varias gramáticas en danés, entre ellas, la Spansk sproglære. Redactó esta gramática del español atendiendo a la lengua real con el propósito de anotar y ordenar los fenómenos particulares de nuestra lengua. Es, por tanto, un estudio descriptivo cuya estructura sigue un orden lógico de dificultad progresiva, esto es, parte de las unidades más básicas para abordar las configuraciones más complejas. En este sentido, se desvinculó de la tradición bibliográfica, con la que se mostró crítico, e, incluso, contravino las decisiones sobre la morfología del verbo de la Academia. La división de la obra es cuatripartita: una primera parte, relativa al alfabeto, engloba cuestiones ortográficas, fonéticas y prosódicas, por un lado, y observaciones desde un punto de vista diacrónico, por otro; la segunda y tercera parte constituyen el estudio morfológico, pues distingue los procesos de formación de palabras de la Analogía; la cuarta, por último, está destinada a la sintaxis del español. A todo ello, se suma la perspectiva comparativa con otras lenguas romance, ya que el fin último de Rask era clasificar las lenguas en familias y ver la relación entre ellas.
Leticia González Corrales