Pedro Fortoul-Hurtado (como aparece el nombre en sus publicaciones) fue un escritor venezolano que nació el 1 de septiembre de 1859 en Caracas (Venezuela) y falleció el 14 de junio de 1924 en Nueva York (EE. UU.), a la edad de sesenta y cuatro años. No conocemos apenas datos sobre su vida, aunque sí sabemos que fue hijo de Ana Lucia Hurtado de Mendoza y Hurtado de Mendoza (1823-1902) y de José Ignacio Fortoul Yánez (¿1795?-¿?). Su nombre aparece en diversas antologías y revistas de cultura venezolana engrosando listas de poetas y escritores. Pedro Fortoul-Hurtado fue cónsul de Venezuela en Barbados, y en un determinado momento de su vida se exilió en los Estados Unidos, donde podemos situarle, al menos, desde el año de 1916, si bien desconocemos los motivos por los que tomó esa decisión, aunque bien pudieran ser las desavenencias por el funcionamiento de ese consulado, y por el gobierno del dictador Juan Vicente Gómez (1857-1935, que gobernó desde 1908 hasta 1935), quien lo destituyó del consulado en Barbados en 1908, así como por los elogios a Cipriano Castro (1858-1924, presidente entre 1899 y 1908), con quien fue vicepresidente el anterior. En los Estados Unidos se relacionó con otras personalidades venezolanas en el exilio, como el abogado y diplomático Esteban Gil Borges (1879-1942) y el escritor, periodista y diplomático José Rafael Pocaterra (1889-1955).
La primera obra de Pedro Fortoul-Hurtado de la que tenemos constancia es un ensayo político titulado Propaganda cívica: páginas para el pueblo (Modern art Printing Co., Nueva York en 1916). La única obra de índole lingüística de Fortoul que ha pasado a la posteridad fue Dificultades de la dicción castellana (estudios de crítica gramatical), aparecida en 1922. Este volumen no es una gramática al uso, sino una obra que el autor describe en el prólogo como una recopilación de notas sobre «las deficiencias de diccionarios y gramáticas, los solecismos más notables […] los neologismos y voces extranjeras, […] y los vocablos bien formados y de buena analogía castellana» (págs. 13-14). La obra se divide en dos partes. La primera parte, de siete capítulos, se dedica a los «neologismos y barbarismos», cuya enumeración y descripción continúa en los capítulos segundo y tercero, los «gentilicios», «algunos verbos de uso frecuente», «frases, modos y locuciones» y «algo sobre género de los nombres». La segunda parte de la obra, titulada «corrección», está subdividida en diez capítulos que tratan sobre otros aspectos gramaticales, como el «uso del artículo», los «pronombres personales», los «pronombres posesivos», los relativos «que, quien, cuyo» o «los infinitivos y gerundios», entre otros.
Estela Calero Hernández