Pocos son los datos que tenemos acerca de Ambrosio de Almunia, profesor de cirugía y cirujano de la Corte de Madrid durante el siglo XVIII, en cuya calle de las Carretas residió durante gran parte de su vida.
En 1732 publicó en la Imprenta madrileña de Juan de Zúñiga Porras ilustrado y cartilla de examen para cirujanos latinos y romancistas. Se trata de un texto que, como otros muchos publicados en la centuria, tiene como objetivo servir de formación para quienes deseaban desempeñar su labor dentro del ámbito sanitario, para lo que debían superar un examen que exigía conocimientos teóricos que ofrecían estas cartillas. El título de la obra de Almunia hace referencia a Manuel de Porras, autor de Médula de Cirugía y examen de cirujanos (1691), obra que se había compuesto con idéntico propósito. Destinada a cirujanos, su cartilla está dedicada a don José de Palacios, caballero de la orden de Calatrava, y constituye un tratado muy completo y copioso sobre anatomía cuyo objetivo principal era servir de aprovechamiento para todos los profesores de cirugía, independientemente de si estos poseían o no conocimientos del latín, por lo que sus páginas están divididas en dos columnas: una de ellas escrita en lengua latina y la otra escrita en romance. La cartilla tiene forma erotemática, esto es, los contenidos se presentan en forma de pregunta y respuesta.
La cartilla de Almunia contiene un vocabulario médico alfabético bilingüe latín-castellano bajo el título: el Vocabulario breve de algunas cosas pertenecientes a la Medicina (1732), motivo por el que se recoge en la Biblioteca Vritual de la Filología Española. La obra de Almunia gozó de reconocimiento y difusión debido a su finalidad didáctica y divulgadora con un lenguaje sencillo y accesible que hacía posible una mejor comprensión de los contenidos, razón que explica que se volviera a imprimir un año después.
Carmen Martín Cuadrado