Domingo de Ara (o Hara o Lara) fue un religioso y lingüista español, activo en Chiapas durante los años mediales del siglo XVI. Nació en la ciudad de Burgos, con el nombre de Diego (que modificó tras su ordenación), en una fecha por determinar de finales de la década de 1510. La primera noticia cierta sobre su vida lo radica en una institución dominica de Salamanca, donde realizó el noviciado y terminó por ordenarse en 1534. Al término de su formación, se trasladó al convento de la Fuente Santa (Galisteo, Cáceres), que dirigió antes de embarcarse hacia las Indias. Movido por sus deseos de misionar, arribó a las costas yucatecas –con parada previa en Santo Domingo– en 1545, desde donde pasó a Chiapas, con el objetivo de dirigir un nuevo convento de su orden, el de Copanahuastla (Estrella Roja, Chiapas, México), situado a 40 km. al este de la localidad de Comitán de Domínguez. Allí permaneció el burgalés hasta su muerte, evangelizando entre las comunidades de naturales y aprendiendo su lengua. Forjó una estrecha relación con Bartolomé de las Casas, O. P. (1474 o 1484-1566) y llegó a ser nombrado obispo de Chiapas, cargo que no pudo ocupar, pues falleció antes de tomar posesión. Domingo de Ara expiró en su monasterio chiapaneco, en 1572, después de haber lidiado toda su vida con una quebradiza salud.
El trabajo filológico del dominico debe encuadrarse dentro de los principios y los propósitos de la lingüística misionera. En su caso, se centró en la descripción de la lengua tzeltal o tseltal, del tronco mayense, y mayoritaria aún en el estado de Chiapas. Compuso un arte, que se conserva de forma fragmentaria, y un vocabulario (datado en 1571); ninguna de estas dos obras llegó a imprimirse en su momento. En 1986, el investigador Mario Humberto Ruz Sosa (1952-actualidad) realizó una edición del vocabulario, publicada por el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Jaime Peña Arce