Antonio Batres Jáuregui fue un intelectual guatemalteco del siglo XIX, defensor del pensamiento moderado positivista. Nació en la ciudad de Guatemala en 1847 en el seno de una de las familias de Centroamérica más importantes de la época debido a su red de negocios y de enlaces matrimoniales. Hizo los estudios primarios en su ciudad natal, así como los universitarios de Filosofía y Derecho en la Pontifica Universidad de San Carlos Borromeo. Político, diplomático, abogado, historiador y filólogo, difundió las ideas ilustradas que en España representaron autores como Jovellanos (1744-1811) o Campomanes (1723-1802), al mismo tiempo que se impregnó del pensamiento liberal de la Europa del momento. Impartió clases de Economía Política, Derecho Internacional y Literatura, y perteneció a diversas sociedades e instituciones, entre las que destacan la Academia Guatemalteca de la Lengua, de la que fue fundador (1887) y presidente; la Sociedad de Amigos del País, que dirigió durante dieciocho años; la Sociedad de Historia Diplomática de París; la Sociedad Literaria Hispano-Americana de Nueva York o la Academia de Ciencias de El Salvador. Sus planteamientos, centrados en la figura del indígena, muestran tintes del racismo de la época y entran de lleno en el conflicto decimonónico de «civilización y barbarie», planteando que el indígena debe asimilarse para lograr la «uniformidad biológica de la nación». Falleció en Guatemala en 1929.
Entre sus obras publicadas, dos de ellas tratan en profundidad temas del lenguaje: Vicios del lenguaje y provincialismos de Guatemala (1892) y El castellano en América (1904). El primer libro recoge una lista de voces provinciales de Guatemala, junto con su equivalente peninsular, además de ejemplos para ambos términos tomados de autores guatemaltecos y españoles. Presenta aquellas voces mal pronunciadas junto con frases frecuentemente incorrectas que, tal como indica el título, suponen un vicio que afea el lenguaje, incluyendo aproximadamente 2000 entradas. El autor muestra, además, conciencia de que no puede proporcionar un inventario completo y cerrado de términos, y propone su obra como manual para que los maestros enseñen a sus alumnos. Previamente a la enumeración del léxico, se explica brevemente cómo llega el español a América y se mencionan cuestiones relevantes acerca de la evolución de la ortografía de nuestra lengua. Su autor reflexiona sobre el estado del español en Guatemala y en otras zonas de América, afirmando cómo en la mayor parte del territorio se habla un español muy antiguo, reduciéndose el vocabulario castellano. Aboga por la pureza del lenguaje, sin caer en giros de lengua complicados que, según él, complicarían y harían que se mezclasen los distintos idiomas de América, actuando así en contra del propósito de lengua como vehículo de unión entre los distintos países del continente. Sin embargo, sí es partidario de la unidad del lenguaje entre el español de la Península y el de América, al mismo tiempo que defiende una evolución natural, y no forzada, del español, siguiendo los patrones de uso correctos. En El castellano en América aborda la importancia del castellano hablado en América para contribuir al enriquecimiento del español. Asimismo, señala la relevancia de expresiones y locuciones que, aunque ya no se emplean en la Península, no por ello deben olvidarse, pues se trata de «reliquias del idioma de nuestros antepasados». En el primer capítulo presenta la historia del español y su llegada al continente americano, para después proceder a explicar con detalle las diferencias entre el español hablado en las distintas regiones de América, incluidos vicios del lenguaje con sus correspondientes correcciones, observaciones sobre la etimología de los nombres y apellidos, capítulos dedicados a la morfología y a las clases de palabras (pronombre, artículo, verbo, formas no personales, preposiciones) o a los fallos en la acentuación y en la ortografía, además de tratar temas como el criollismo literario o la influencia de Miguel de Cervantes en Guatemala. Proporciona también una extensa bibliografía sobre estudios en relación con el español de América que han servido para enriquecer el idioma.
Laura Ros García