Jean Louis Burnouf fue un filólogo francés que nació el 14 de septiembre de 1775 en la población de Urville (en el departamento francés de Mancha, región de Normandía), y falleció el 8 de mayo de 1844 en París, a la edad de 68 años. Tras quedar huérfano a temprana edad, Burnouf fue acogido por un tío suyo e instruido en Urville por un sacerdote. Posteriormente, ingresó en la Universidad de París (en el Collège d’Harcourt), y, en 1792 y bajo la dirección del erudito francés Pierre-Claude Bernard Guéroult (1744-1821), le fue concedido el último premio de honor que sería otorgado por la antigua institución, que cerraría sus puertas tan solo un año después (en 1793). Durante la Revolución Francesa (1789-1799), el filólogo no dejaría de lado el estudio de las lenguas antiguas, pese a verse obligado a trabajar como agente comercial para una imprenta ubicada en el municipio de Dieppe, en Normandía. En 1808, gracias a un viaje de negocios a París se reencontró con su antiguo maestro Guéroult, quien lo hizo regresar a la docencia universitaria como primer profesor suplente de retórica en el Lycée Charlemagne de París. Poco después, Jean L. Burnouf se trasladó al Lycée Impérial donde permaneció hasta 1826, en el que fue nombrado inspector de la Academia de París, institución responsable de la educación escolar y universitaria del área de París. Entre 1811 y 1822, también formó parte del claustro de profesores de la prestigiosa École Normale Supérieure de Francia, cargo que compaginaba con la enseñanza en el Lycée Impérial, así como con la cátedra de retórica latina en el Collège de France, en la que sustituyó a su maestro Guéroult desde el año de 1816 hasta su fallecimiento en 1844. El hijo de Jean Louis, Eugène Burnouf (1801-1852), continuó la tradición filológica de su padre y estudió sánscrito, pali y avéstico, consagrándose como un importante indólogo francés y fundador de la Société Asiatique en 1822.
Jean Louis Burnouf publicó numerosos métodos de enseñanza de las lenguas clásicas, entre ellos su Méthode pour étudier la langue grecque (A. Delalain, París, 1813-1814), manual que se popularizaría en las escuelas secundarias de Francia y llegaría a contar con 45 ediciones. Hacia el final de su vida, Burnouf trabajó con el mismo método aplicado a la enseñanza del latín, publicando Méthode pour étudier la langue latine (J. Delalain, París, 1840-1841). En 1849 apareció el Método para estudiar la lengua latina, traducción al español concebida por el diplomático y pedagogo venezolano Manuel Antonio Carreño (1812-1874) y por Manuel Urbaneja (todo parece apuntar que fue el general Manuel María Urbaneja y Alayón –1814-1897–, abuelo del escritor y periodista Luis Manuel Urbaneja Achelpohl –1873-1937–, impulsor del cuento moderno venezolano). De 1841 publicaba una versión abreviada del método latino bajo el título de Premiers principes de la grammaire latine, à l’usage des classes élementaires, extraits de la Méthode pour étudier la langue latine (J. Delalain, París, 1841). Esta obra sería también traducida al español en 1862 por el escritor y periodista venezolano Juan Vicente González (1810-1866), quien la publicó como Elementos de gramática latina extractados del Método para estudiar la lengua latina. Más allá de estas obras enmarcadas en la lingüística clásica, encontramos entre las obras de Burnouf varias traducciones de autores clásicos como Cicerón (106 a. C.-43 a. C.), Plinio el Joven (61-103), Salustio (86 a. C.-35 a. C.) y Tácito (56-120).
Estela Calero Hernández