José María Caballero Villar fue una de las figuras más importantes de la lexicografía médica del siglo XIX. Nacido en Santiago de Compostela en 1833, se licenció en Medicina y Cirugía y dedicó parte de su vida a la profesión de médico, con un primer ingreso en el Cuerpo de Sanidad Militar en 1862 y los posteriores cargos de médico titular en ciudades como Vitoria, Santo Domingo de la Calzada o Logroño, donde también ejerció como profesor de gimnasia en un instituto de segunda enseñanza.
Fruto de su desempeño en el Cuerpo de Sanidad Militar, recibió múltiples condecoraciones del ejército: fue nombrado Caballero de la Real Orden y Pontificia Orden Militar del Santo Sepulcro, de la Civil de Beneficencia, del Mérito Naval de primera clase y fue condecorado con la placa de la Cruz Roja y con la Cruz de Primera Clase del Mérito Militar por su labor en la Tercera Guerra Carlista. Además, en relación con su labor en la medicina, fue socio corresponsal de la Academia Médico Quirúrgica Española y de las Reales Academias de medicina de Zaragoza y Barcelona, donde fue premiado. También fue uno de los fundadores de la Sociedad Española de Higiene y de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago.
Su obra es igual de prolífica que sus méritos y abarca tanto el ámbito de la medicina, con Higiene de la muger (1889), Apuntes clínicos (1890), Consideraciones clínicas acerca de la etiología y la terapéutica de la pneumonía (1893), El escorbuto y su tratamiento, Nociones de gimnástica higiénica (1894) y Memoria descriptiva de una epidemia de viruela en Santo Domingo de la Calzada (Logroño) durante los años 1871 y 1872 (1896), como el de la literatura, pues, en 1885 pública la novela ¡Pobre Luisa!, que cuenta con un gran reconocimiento y años más tarde, en 1901, el Estudio biográfico del Dr. D. José Varela de Montes.
Su presencia en la BVFE se debe a la publicación, en 1886, del Diccionario tecnológico de Ciencias Médicas en el que compila la terminología médica existente con el fin, como reconoce en su prólogo, de ser útil tanto para los profesores y estudiantes de medicina como para jueces y abogados que necesitaran conocer la terminología médica para ejercer su profesión. Es por esto que se convierte en una de las obras de referencia sobre el léxico de la medicina.
María Luisa de la Rosa Reimúndez