Antonio Elgueta y Vigil fue un agrónomo y lexicógrafo aficionado español, activo en la época de la Ilustración. La vida de este autor es un completo enigma, pues se desconocen prácticamente todos los detalles sobre su biografía: no se sabe dónde nació o en qué fecha, aunque se postulan las postrimerías del siglo XVII; igualmente, se desconoce todo acerca de sus primeros años y su formación. La primera fecha segura de su biografía es 1717, en ese año fue nombrado secretario del tribunal de la Inquisición de Murcia, ciudad en la que asentó y a la que permaneció ligado durante mucho tiempo; se sabe que en 1732 aún ostentaba el mismo cargo, del que se jubiló en 1746. Por los documentos que el propio Elgueta dejó escritos, puede constatarse que –desde su arribo a la capital murciana– se dedicó, como aficionado, a la cría de gusanos de seda, actividad en la que llegó a hacerse un nombre, justo en el momento en que comenzaba a despegar el cultivo de la morera y la producción sedera en la cuenca del río Segura; desempeño tradicional de la zona, que recibió un notable impulso en la época ilustrada. Tanta fama llegó a cobrar nuestro autor como criador de gusanos de seda que la propia Corte del momento, con el ministro de Estado José de Carvajal y Lancaster (1698-1754) a la cabeza, le pidió que enviara a Aranjuez varios plantones de morera para introducir, en las orillas del Tajo, esa producción. Elgueta y Vigil se ordenó caballero de Santiago en 1761; a partir de ese hito no se conserva ninguna otra referencia sobre su periplo vital, por lo que la fecha de su muerte se sitúa, genéricamente, a principios de la segunda mitad del siglo XVIII; igual que sucedía con su lugar de nacimiento, el de su muerte también se desconoce.
Dentro de su Cartilla de la agricultura de moreras y arte para la cría de la seda, Elgueta introdujo un pequeño diccionario, compuesto por 226 entradas, en el que además de varios tecnicismos sobre esa actividad quedó recogido un conjunto significativo de dialectalismos murcianos; la investigación considera este glosario como la primera recopilación lexicográfica de voces de esa región del sureste español.
Jaime Peña Arce