Apenas tenemos noticias de la vida del Sieur Ferrus. Desconocemos el lugar y la fecha de su nacimiento, incluso su nombre, pues Sieur es solamente el tratamiento que antepuso a su apellido en la única obra que compuso, una gramática española. En la portada de esa obra, tras su nombre, nos hace saber que era profesor de lenguas (no dice cuáles) en la ciudad de Lyon, aunque en ediciones posteriores (1695, 1704) no se especifica la ciudad en la que llevaba a cabo su actividad, tal vez porque para entonces ya hubiese fallecido, pero esto no es más que una mera especulación sin otro fundamento. Nada más se sabe de él, ni de cómo o dónde adquirió sus conocimientos de español, pues el apellido parece del sudeste francés.
Para componer la Nouvelle grammaire espagnole Ferrus se basó en La grammaire espagnole (1659) de Claude Dupuis, Sieur des Roziers (¿?-¿?), abreviándola y empobreciéndola. Además de la parte gramatical (págs. 1-158), contiene una nomenclatura (págs. 159-267) bajo el título, en español, de «Recogimiento de algunos capítulos muy necessarios de enseñarse a los Estudiosos de la Lengua Castellana», también derivada del manual de Dupuis, aunque con elementos de otras procedencias y reordenando los materiales. Pese a las repercusiones posteriores, y su número de ediciones, no es un gran manual de nuestra lengua, por el plagio realizado y el acortamiento de las exposiciones que manejó, además de mostrar un español hablado en décadas anteriores.
A partir de la segunda edición de la obra (Jean Thioly, Lyon, 1695), se le añade una última parte (págs. 268-320), «Sentences courtes, et proverbes pleins de sens, tirez de plus excellens auteurs, & de l'entretien ordinaires des espagnols. Traduits en françois», una colección de 346 refranes y frases hechas españolas, con sus equivalentes franceses, ordenados alfabéticamente a partir de la primera palabra, en español. Están tomados de los de César Oudin (¿?-1625), aunque parcialmente y con modificaciones. Probablemente, de ser cierta la conjetura de que se trata de una edición póstuma, esta parte fuera un añadido por otra mano. Para el resto de la obra no hay cambios, como tampoco los hubo en la siguiente salida (Antoine Boudet, Lyon, 1704).
Manuel Alvar Ezquerra