Nada sabemos de la vida de Domingo Gildo, quien debía dedicarse a la enseñanza de lenguas, la nuestra, y seguramente también el francés, en el Collège Chaptal y en la École Commerciale de París, como hace constar en la portada de alguna de sus obras.
Bajo el nombre de Domingo Gildo se publicó en Madrid un diccionario hispanofrancés en 1850 (la veracidad de esta edición se ha puesto en entredicho). La obra, que tuvo numerosísimas ediciones a lo largo del resto del siglo XIX, al menos hasta doce, más una edición refundida por Francisco Gutiérrez Brito (Viuda de Ch. Bouret, París-México, 1897), no volvió a imprimirse en Madrid, sino por Rosa y Bouret en París. ¿Quiere ello decir que Gildo sería de origen español y que enseñó primero en España y después en Francia? El diccionario tuvo varias salidas, sin cambios en la primera parte, francés-español, mientras que en la otra presenta cambios a partir de la edición de 1890. En las dos partes presenta la pronunciación figurada de las palabras de las entradas, para lo sigue el método empleado por R. J. Domínguez en la primera edición de su diccionario, hasta el punto de copiar las erratas.
A Gildo debemos igualmente una breve gramática de nuestra lengua, publicada por vez primera en 1856, con numerosas ediciones posteriores, en las cuales se vio pronto muy aumentada, a partir de la cuarta salida (Bergelot, París, 1864). El contenido se va exponiendo en lecciones, con las correspondientes reglas numeradas, ejemplificadas, y con ejercicios prácticos de traducción. Cada lección va acompañada con un pequeño glosario. La obra tuvo numerosas ediciones, cuya numeración da lugar a confusiones. Fue traducida al español en 1861 (Gramática teórico-práctica de la lengua francesa) en su primera versión. Como complemento de la gramática publicó sendos manuales de la conjugación de los verbos españoles y de los franceses. Es también autor de un Cahier pour la conjugaison des verbes (s. n., París, 1863, con otra salida en 1867), un cuaderno con la plantilla de la conjugación destinado al uso de los estudiantes para que fueran anotando en él las diferentes formas de los paradigmas de los verbos, que debían poner al comienzo de cada paradigma (presentado en francés).
Manuel Alvar Ezquerra