Bartolomé Hidalgo de Agüero nació en la ciudad de Sevilla, donde pasó toda su vida. Allí realizó sus estudios y ejerció su actividad. Fue cirujano mayor del Hospital de San Hermenegildo o del Cardenal desde alrededor de 1569 hasta su muerte. Su fama le vino por su particular manera de curar las heridas, especialmente las craneales, oponiéndose a la intervención en ellas. Demostró las ventajas de su procedimiento, consistente en limpiar y coser las heridas, mediante datos numéricos. Tuvo, por supuesto, detractores, como Juan Fragoso (1530-1597), pero su prestigio alcanzó tal grado que fue uno de los personajes retratados Francisco Pacheco (1564-1644) en su Libro de retratos, con un notable elogio hacia él.
Sus escritos sobre la manera de curar fueron recogidos en el Thesoro de la verdadera cirugía, publicado póstumamente por su yerno, Francisco Jiménez Guillén (¿?-¿?), profesor de Medicina en la Universidad de Sevilla. Al comienzo de este tratado incluyó una pequeña relación de los «vocablos obscuros declarados por orden del ABC», según la describe en la nota preliminar. Constituyen la colección 106 entradas con las voces técnicas acompañadas del equivalente vulgar, o una explicación. El Thesoro se volvió a publicar en 1624 (Sebastián de Cormellas, Barcelona) y 1654 (Claudio Macè, Valencia), en ambas ocasiones con la lista de palabras sin cambios en su contenido.
Manuel Alvar Ezquerra