Desconocemos la fecha de nacimiento de Matías Bosch y Palmer. Sí se sabe la de su muerte, que se produce tras una larga enfermedad el 19 de febrero de 1909 en Barcelona, donde desde 1893 residía como maestro de una de las escuelas públicas de aquella ciudad. Previamente, Bosch había ejercido el magisterio en un colegio privado en Palma, de donde parece que era natural. En 1874, también se sabe que aprueba la oposición de maestro de instrucción primaria para los establecimientos penales, con destino a Sevilla.
Matías Bosch estuvo casado con Rosa Crespi Dalmau, que tras la muerte de su esposo, vive en el pueblo de Estellens (Palma de Mallorca) hasta 1926, cuando también fallece a la edad de 78 años. Fruto de este matrimonio nacen tres hijos, Juan, Magdalena y una tercera hija que de manera prematura había fallecido en 1891 a los tres años de edad tras una aguda enfermedad.
Matías Bosch es autor de diversos manuales dedicados a la enseñanza primaria, de entre los cuales destacan algunos títulos como El libro de la lectura, Nociones de Historia Sagrada, Rudimentos de Geografía, Trozos en prosa y verso, escogidos de entre los mejores escritores castellanos o Enseñanza práctica del castellano en las Baleares. De todas estas obras, es quizás la última de las mencionadas, Enseñanza práctica del castellano en las Baleares, publicada en Palma junto a Damián Boatella, la de mayor aceptación y mejores críticas. La obra fue muy editada y, aunque se conserva su segunda edición de 1876, es muy probable que apareciera por primera vez en 1875, año en el que es anunciada en prensa. Se trata de un trabajo destinado a mejorar el conocimiento de la lengua de las islas por medio de un vocabulario mallorquín-castellano que, años más tarde, concretamente en 1892, es premiado en la exposición de Barcelona y declarado como texto para la enseñanza de la lengua castellana en los establecimientos de instrucción primaria de las islas.
En el ámbito de las asociaciones de maestros, Bosch es impulsor de la Asociación del Magisterio Balear, donde desempeña durante años el cargo de secretario de la Junta del distrito de Palma. A partir de 1875, es nombrado, junto a Antonio Vadell y Bartolomé Danús, redactor de El Magisterio Balear y, más tarde, director de la revista, puesto que desempeña hasta 1893, cuando se traslada a Barcelona.