Bartolomé Bravo nació en Martín Muñoz de las Posadas (Segovia), en 1554. En 1572 ingresó en los jesuitas, haciendo profesión de los votos en la Compañía y ordenándose como sacerdote en 1592. Dedicó su vida a enseñar la lengua latina entre los jóvenes que acudían a los centros de enseñanza que tenían los jesuitas en Castilla, aunque en sus comienzos estuvo en Galicia, en Monterrey (Orense). Redactó varios de los manuales que se manejaron en esos centros durante años, en los cuales se ajustaba a las ideas de la Compañía sobre la enseñanza. Murió en Medina del Campo en 1607.
Entre otras obras, es autor del más famoso de los diccionarios hispanolatinos publicados desde finales del siglo XVI, el Thesaurus verborum ac phrasium. Es un diccionario español-latín monodireccional, cuyas entradas están constituidas tanto por unidades léxicas simples como frases, expresiones multiverbales y usos contextualizados de la voz de que se trate, pese a lo cual el número de sus entradas no es muy grande, aunque sí los equivalentes, por las necesidades didácticas con las que fue elaborado. En su redacción parece que Bravo siguió el repertorio de Sánchez de la Ballesta, del que eliminó muchos de las frases y construcciones que registraba, a la vez que tenía presente alguna edición del Vocabulario de Nebrija. De la obra debió haber una primera edición hacia 1590 de la que no se ha conservado ningún ejemplar. En la edición de Zaragoza de 1601 incorpora, al final, el compendio de la Ortografía de Aldo Manucio (¿1449?-1515), que en la salida de Valencia de 1606 fue sustituida por la de Felipe Mey (¿?-1612). El Thesaurus de Bartolomé Bravo tuvo abundantes ediciones y fue corregido y aumentado en varias ocasiones hasta el s. XIX, además de haber sido adaptado al catalán en dos ocasiones.
En 1619, póstumamente, aparecía publicado por un sobrino suyo, también jesuita, Pedro Bravo (¿?-¿?), el conocido Compendium Marii Nizolii, un repertorio latín-español que venía a completar el Thesaurus, como si se tratase de una segunda parte. Para su redacción se basó en el diccionario de Mario Nizolio (1498-1566), que ya gozaba de reconocida fama, y no fue una mera inversión del otro.
Con el Liber de octo partium orationis constructione, una gramática latina, el Liber de conscribendis epistolis, con instrucciones para la redacción de cartas en latín, el Arte poetica, y alguna otra más, completó un conjunto de manuales para la enseñanza, aprendizaje y uso de esa lengua en España de acuerdo con los modelos didácticos de la Compañía.