Diego Jiménez Arias fue un religioso, teólogo y lexicógrafo español del siglo XVI. La investigación maneja escasos datos sobre el periplo vital de este autor, a quien –además y durante años– se ha confundido con otras personalidades homónimas o parcialmente homónimas de su tiempo, tales como Diego Jiménez (¿?-1563-¿?), un músico vinculado a la catedral de Córdoba, y especialmente con Didacus Ximenez, O. P. (¿?-1566-¿?), otro teólogo dominico, influenciado por las doctrinas erasmistas, y vinculado al célebre arzobispo de Toledo Bartolomé de Carranza, O. P. (1503-1576). Sea como fuere, parece que nuestro protagonista nació en la localidad cacereña de Alcántara, en torno a 1490, en una familia cuya calidad nos es desconocida. Con 17 años entró en la Orden de Predicadores, quizás en su convento de Salamanca, ciudad en la que también se formaría como gramático y donde entraría en contacto con las lenguas clásicas y semíticas. Durante su periodo formativo se le presupone cierto contacto con el celebérrimo latinista Elio Antonio de Nebrija (1441 o 1444-1522) y con el pensamiento erasmista. Al parecer, Jiménez Arias dedicó toda su vida a diferentes quehacer eruditos, tanto religiosos como filológicos, y vivió caballo entre Lisboa –se le reconoce cierta relación con las esferas de poder de la corte portuguesa, tales como Juan III (1502-1557, rey de Portugal entre 1521 y 1557) o el primer obispo de Portalegre, Julián de Alva (ca. 1500-1570)– y Salamanca, aunque es posible que también residiera en otras ciudades castellanas, como Valladolid. Las circunstancias de su muerte, lugar y fecha, están por clarificar; no obstante, existe cierta unanimidad en señalar que alcanzó una edad provecta para la época.
El trabajo lexicográfico de nuestro dominico cristalizó en la corrección y ampliación del Vocabularium ecclessiasticum de Rodrigo Fernández de Santaella (1444-1509), un repertorio lexicográfico concebido para que los clérigos entendieran el latín. El Lexicon ecclesiasticum latino-hispanicum fue un auténtico éxito editorial, pues vio más de 70 ediciones desde 1566 hasta mediados del siglo XVIII.
Jaime Peña Arce