Aunque no existe por el momento una biografía completa de Justino Laverdure (Justin Laverdure), la revisión de trabajos y textos muy variados permite recopilar una serie de datos de interés sobre él que, con todo, será necesario confirmar en el futuro: nacido en Francia en las últimas décadas del siglo XVIII, se trata según Lépinette de uno más de los sacerdotes réfractaires, quienes, por no jurar la constitución francesa de 1791, se ven abocados a exiliarse en España, donde para mantenerse se desempeñan como docentes de su idioma materno; parece ser que se asienta en el actual País Vasco, a juzgar por la aparición en Vitoria de su Venimecum de los estudiantes o sea Libro de la traducción del francés al español, cuya licencia de impresión es concedida por el Consejo de Castilla en julio de 1833 (AHN. Consejos, 5572, Exp.74), y muy especialmente por la constatación, presente en el Boletín Oficial del Ministerio de Fomento (Madrid, 1862), de que el 8 de noviembre de 1855 recibe su nombramiento como propietario de la cátedra de francés en la Escuela Superior de Industria de Vergara, institución en la que se mantiene como docente al menos hasta 1862. En algún momento entre esta fecha y 1867 se desplaza a Oviedo, pues ese año aparece en la nómina de profesores del Instituto de Segunda Enseñanza de esta ciudad, puesto en el que se mantiene al menos hasta 1875, a juzgar por lo que indica la Guía Oficial de España (1875). Es también importante señalar que en algún momento abandona su carrera eclesiástica, dado que será padre de Toribio Laverdure, beneficiado de la catedral de Oviedo y autor de una obra de enseñanza del francés que sigue de cerca la de su progenitor.
Respecto a su obra lingüística, esta responde a su ocupación profesional como docente de idiomas, de manera que todos los textos guardan relación con la enseñanza del francés como lengua extrajera: además del ya mencionado Venimecum de los estudiantes o sea Libro de la traducción del francés al español (Vitoria, 1833), es especialmente destacable El maestro francés, o sea gramática franco-española, cuyo éxito es evidente a la luz de las varias ediciones con que cuenta, tanto en Francia (Bayona, 1860) como en España (Vitoria, 1842; Bilbao, 1858), así como del volumen de ejercicios que, a partir de ella, aparece posteriormente a cargo de su hijo, el ya mencionado Toribio Laverdure.