Salvador José Mañer nació en Cádiz en 1676. Partió hacia América, concretamente a Caracas, con el propósito de mejorar su situación económica, a finales del siglo XVII; sin embargo, aunque contaba con la ayuda de un familiar afincado en la ciudad, no logró grandes éxitos, ya que mostró más interés por los estudios que por otras actividades más lucrativas. En 1729, regresó acuciado por la falta de ingresos y se dedicó a escribir sobre asuntos que resultaran de interés en la corte, lo que acabó por llamar la atención del secretario José Patiño y Rosales (1666-1736), quien lo nombró visitador de las fábricas de Madrid y sus cercanías. Este puesto le dio la tranquilidad y la estabilidad suficientes para dedicarse a la escritura. En 1745 se trasladó al hospital general de Madrid y, cuatro años más tarde, abandonó la ciudad para retirarse al Monasterio de San Basilio del Tardón (Córdoba), donde falleció en 1751.
Salvador José Mañer es famoso por ser el traductor y director de El Mercurio Histórico y Político, que, más tarde, se conocería como El Mercurio Español, y por sus críticas a Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) en Anti-theatro crítico, sobre el primero, y segundo tomo del Teatro crítico universal del Rmo. P. M. Fr. Benito Feyjoo, maestro general de la religión de S. Benito, y Cathedrático de Vísperas de Theología de la Universidad de Oviedo; en que se impugnan veinte y seis discursos, y se le notan setenta descuidos, publicado entre 1729 (Imprenta de Juan de Moya, Madrid) y 1731 (Anti-theatro crítico. Sobre el tomo tercero del Theatro crítico [...], Imprenta de Juan de Zúñiga, Madrid), y en los dos volúmenes del Crisol crítico, theológico, histórico, político, phýsico, y mathemático, en que se quilatan las materias, y puntos que se le han impugnado al Theatro crítico, y pretendido defender en la demonstración crítica el M. R. P. lector fr. Martín Sarmiento, benedictino (Imprenta de Bernardo Peralta, Madrid, 1734). Publicó varias obras históricas y políticas, así como traducciones del francés bajo los pseudónimos de M. Le Margne o Álvaro Menards. Escribió, además, una ortografía basada en el uso, titulada Méthodo breve de ortographía castellana, de la que existen tres ediciones. La segunda (Méthodo ilustrado de las más precisas reglas de ortographía española, para el más fácil uso, y perfección de la escritura de este idioma, Antonio Marín, Madrid, 1730), reimpresa en 1762 (Francisco Javier García, Madrid), contiene, además, una dura crítica al método ortográfico propuesto por Antonio Bordázar de Artazu (1671-1744). Se publicó una tercera edición (Tratado de ortographía castellana, Imprenta del Reino, Madrid, 1742) en la que se revisó el contenido tras la publicación de la Ortographía española de la Real Academia Española en 1741.