José Manterola Beldarrain, escritor, profesor y periodista donostiarra, nació en San Sebastián en 1849. Fue un gran promotor de la lengua y la cultura vascas. Después de realizar sus estudios en San Sebastián y Vergara –en cuyo Seminario cursó el bachillerato–, Manterola se trasladó a Valladolid, Zaragoza y finalmente a Madrid, lugar en el que concluyó la carrera de Filosofía y Letras. Durante su estancia en esta ciudad, colaboró en el diario El Resumen, y más tarde, en el diario fuerista La Paz y en Aurrera, revista de corte liberal. Posteriormente regresó a su ciudad natal. Falleció muy joven, en 1884, antes de cumplir los 35 años de edad.
En 1871 publicó su primera obra, una Guía manual geográfico-descriptiva de la provincia de Guipúzcoa (Imprenta de José María Arzanegui, San Sebastián). En 1873 se puso al frente del Diario de San Sebastián y en ese mismo año comenzó a dirigir la Biblioteca Municipal de dicha localidad. Junto con esto, trabajó como profesor en el Instituto provincial, pero, tras la Segunda Guerra Carlista (1872-1876) y la consecuente abolición de los fueros, fue despedido por expresar su indignación y sus ideas políticas en las páginas del Diario. Más adelante, fundó la revista Euskal Erria (1880-1918), en la que se incluían artículos en castellano, euskera y francés de muy diversas materias. Alrededor de esta iniciativa consiguió reunir a los más destacados escritores, pensadores y vascólogos del momento. El propio Manterola escribió igualmente varios artículos, traducciones y poemas; entre ellos, el poema extenso «Post tenebras spero lucem». Aparte de esto, en 1877 elaboró una colección de refranes y proverbios que fue publicada en la revista Euskalerriaren Alde en 1911. Además, en consonancia con los Juegos Florales (Lore Jokoak) que se celebraban en el País Vasco francés desde 1853, promovió la creación del «Consistorio de los Juegos Florales eúscaros» en San Sebastián.
Una de sus labores más relevantes fue la publicación del Cancionero vasco, que se imprimió en tres series entre 1877 y 1880. Como se señala en la portada del Cancionero, Manterola llevó a cabo una recopilación de poesías vascas en todos los dialectos, a las que añadió su correspondiente traducción al castellano. Incluyó además la información biográfica de los autores, así como «observaciones filológicas y gramaticales». Asimismo, al final de la tercera serie, Manterola añadió un vocabulario trilingüe vasco-castellano-francés.