Eugenio de Ochoa y Montel nació en Lezo (Guipúzcoa) en 1815, aunque también se afirma que vino al mundo en Bayona (Francia). Estudió, primero, con Alberto Lista (1775-1848) en el colegio de San Mateo de Madrid, entre 1821 y 1825. En 1829 fue pensionado para estudiar en la recién fundada, y actualmente prestigiosa, École centrale des arts et manufactures de París, aunque no llegó a terminar aquejado de una enfermedad de la vista que lo acompañaría el resto de su vida; también estudió pintura. Allí pudo ver los primeros pasos del romanticismo francés. Regresó a Madrid en 1834 para trabajar como oficial de la Gaceta de Madrid que dirigía Lista, pero en 1837 vuelve a París. De regreso a España en 1844, fue nombrado bibliotecario segundo de la Biblioteca Nacional, cargo que dejó en 1845 para marchar a Huesca como jefe político, de donde volvió en 1847 para ser administrador de la Imprenta Nacional, ocupando más tarde altos cargos en la administración. Casó en 1835 con la hermana de uno de sus amigos, Federico Madrazo (1815-1894), a quien había conocido en París. En 1844 fue nombrado académico honorario de la Real Academia Española, para pasar a serlo de número en 1847 (silla h). En 1854 marchó a Portugal e Inglaterra, huyendo de la sublevación de O’Donnell (1809-1867). Murió en Madrid en 1872. Durante su juventud fue un convencido romántico, aunque sus creencias se atemperaron con el paso de los años.
Ochoa es autor de un gran número de obras, entre traducciones, obras de creación (novela, teatro) y de crítica, además de editar a los clásicos. Buen conocedor de la literatura de su época, elaboró unos Apuntes para una biblioteca de escritores españoles contemporáneos en prosa y verso (2 vols., Baudry, Librería Europea, 1840). Sus conocimientos bibliográficos y su afición por los textos antiguos lo llevaron a componer el Catálogo razonado de los manuscritos españoles existentes en la Biblioteca Real de París [...] (Imprenta Real, París, 1844). En la BVFE interesa, por un lado, por haber revisado y corregido Le nouveau Sobrino (al menos en su 22ª ed., Morizot, París, 1864), y, por otro, por ser autor de varias guías de conversación, unas de carácter bilingüe, español-inglés, español-francés y español-italiano, y otras multilingües, en las que se recoge el contenido de las bilingües. En todas ellas, como en otros manuales similares, se incluye una nomenclatura al comienzo del librito con el título, en español, de «Vocabulario», además de las «Conversaciones». Con ellas se pretendía facilitar el aprendizaje de otras lenguas, y ayudar a los viajeros en sus necesidades cotidianas de comunicación, logrando una notable aceptación a la vista de las ediciones y versiones que se hicieron de ellas a partir de un tronco común.