Antoine (o Anthoine) Oudin, hijo del célebre hispanista César Oudin (¿1560?-1625), nació en París en 1595. Este gramático y lexicógrafo francés siguió los pasos de su padre y lo sustituyó como secretario e intérprete de Luis XIII (1601-1643) y de Luis XIV (1638-1715). Dedicó parte de su vida a la docencia, como su padre, aunque se centró más en la enseñanza del francés a extranjeros. Durante los dos últimos años de su vida, se encargó de enseñar italiano al rey Luis XIV (1638-1715), una lengua que conocía bien gracias a sus viajes por distintas ciudades italianas, incluida Roma, a la que acudió por invitación del papa Urbano VIII (1568-1644).
Antoine Oudin llevó a cabo una importante actividad editorial en su país. Participó activamente en la difusión de la obra de César Oudin, reeditándola, mejorándola e, incluso, ampliando su contenido. Los títulos más relevantes por la aportación de Antoine Oudin son los Dialogues fort recreatifs, composez en espagnol et nouvelement mis en italien, alleman, & françois. Avec des observations pour l’accord & la proprieté des quatre langues (Antoine de Sommaville, París, 1650), en los que tradujo al alemán y al italiano los Diálogos que su padre compuso en español y en francés, les añadió uno más, el octavo y último, en el que desveló el recorrido que realizó su padre por España en 1610. No obstante, no todas sus acciones estuvieron encaminadas a incrementar el contenido de la obra, pues decidió eliminar aquellas expresiones propias de las clases sociales más bajas. También editó el Trésor des deux langues espagnolle et françoise paterno, aumentando las entradas en ambas lenguas, a la vez que realizó modificaciones en el contenido, de gran interés lingüístico, pues se señalan los cambios –tanto en la frecuencia de uso, como en la ortografía y la pronunciación– que sufrieron el léxico francés y el español en las primeras décadas del siglo XVII. Además de editor, fue escritor de obras destinadas, principalmente, a la enseñanza del francés. La más celebrada fue su Grammaire françoise rapportée au langage du temps (Pierre Billaine, París, 1632), de donde se desprende su idea de la superioridad de la lengua cortesana. En 1640, publicó sus Curiositez françoises, pour supplement aux dictionnaires (Antoine de Sommaville, París) y Recherches italiennes et françoises, ou Dictionnaire contenant, outre les mots ordinaires (Antoine de Sommaville, París), y en 1643 la Nomenclature françoise et italienne, ou les Noms appelatifs de toutes choses (Antoine de Sommaville, París). Las dos únicas obras propias que se pueden catalogar como estudios hispánicos y que, por consiguiente, entroncan con la labor de su padre son la Nomenclature françoise et espagnole, que nada tiene que ver con el «Nomenclátor» que puso César Oudin al final de de los Diálogos, y el Recueil des phrases adverbiales et autres locutions.