Vida
Magín Pers y Ramona, sastre de oficio, nació el año 1803 en el municipio catalán de Villanueva y Geltrú (Barcelona). Criado en el seno de una familia burguesa, en 1821 emigró a Cuba donde consiguió prosperar económicamente. Durante su estancia en el país, creó un gabinete de lectura y publicó varios artículos de cariz moral y político en el periódico El eco del comercio bajo el pseudónimo de “Nuevo Fígaro”. Casi dos décadas más tarde, de nuevo en Barcelona, fundó una escuela de sastrería y dirigió la publicación de varios periódicos, como El agente de los Sastres (1846) o el Diario de Villanueva. Asimismo, fue miembro desde 1852 de la Academia de las Buenas Letras y de la Sociedad Económica de Amigos del País de Barcelona. Durante el bienio de 1855-1856 fue regidor y teniente alcalde de representación liberal en el Ayuntamiento de Barcelona siendo reelegido para el cargo durante 1870-1872.
El vilanovino cuenta con una producción amplia y heterogénea, en virtud de sus múltiples inquietudes, entre las que destacan la sastrería, la frenología y la lengua y la literatura. En el campo de la frenología, fue seguidor del también catalán Mariano Cubí y Soler —propagador de esta disciplina pseudocientífica en España y continuador de las tesis del médico austriaco F. J. Gall (1758-1828)—, fundó y coordinó la Revista Frenológica (1852-1854), publicó el Manual de frenología al alcance de todos (1849) y fue corresponsal del periódico La Phrénologie de París. Además, contribuyó en este ámbito con una llamativa teoría que consignaba la ubicación en el cerebro de un órgano denominado “nacionalidad o amor a la patria”.
Por otro lado, la creciente inquietud del autor por la lengua y la literatura catalanas lo condujo a publicar varios trabajos en esta línea, como El arte de hacer versos (1842) los Elementos de Gramática catalana-castellana (1847) y Bosquejo histórico de la lengua y literatura catalana (1850), que amplió siete años después en Historia de la lengua y literatura catalana (1857). Esta última, influenciada por las teorías de Masdéu y Bastero, supone un primer intento de individualización y sistematización de la literatura catalana que se había presentado hasta el momento como un apéndice de la provenzal.
Tras su muerte (1888), sus cinco hijas, de acuerdo con la voluntad del padre,donaron a la Biblioteca Museu Balaguer todas sus obras —algunas inéditas—, manuscritos, documentos y algunos objetos.