François Antoine Pomey nació en Pernes-les-Fontaines (Vaucluse, en la actual región de Provence-Alpes-Côte d’Azur, Francia). Entró en el noviciado de los jesuitas de Aviñón (también en la Vaucluse) en 1638. Estudió un año de Retórica y Metafísica en Chambéry (en la Saboya), donde ejerció la docencia, y Arlés (en la Provenza) y Viena del Delfinado (Isère, cerca de Lyon). Tras finalizar sus estudios fue profesor de Humanidades y Retórica en el Colegio de la Trinidad (actualmente Ampère) de Lyon (1653-1659), en el que fue prefecto de los estudios inferiores (1659-1665), desde donde pasó a Chambéry (1665-1669), para regresar definitivamente a Lyon (1670-1673), ciudad en la que murió en 1673.
Pomey fue un fecundo autor, al que debemos obras de moral, retórica, gramática y lexicografía. Pretendía que todo el mundo conociese el latín y pudiese conversar en esa lengua, que no tiene una tierra donde se hable. Esa es la razón se su amplia producción lexicográfica: Le dictionnaire royal des langues francoise et latine (Antoine Molin, Lyon, 1667), del que surgen Le Petit dictionnaire royal pour ceux qui commencent de composer en latin (Antoine Molin, Lyon, 1667) y Le Dictionnaire royal augmenté (Antoine Molin, Lyon, 1671), segunda edición aumentada del otro, a los que se añadiría, tras su muerte, Le Grand dictionaire royal (Veuve d'H. Molin, Lyon, 1708), obra a la que más tarde se le puso el alemán (J.-M. Bencard, Fráncfort, 1709), y el Syllabus seu Lexicon latino-gallico-graecum (A. Molin, Lyon, 1736). En su producción sobresale el Indiculus universalis rerum fere omnium quae in mundo sunt cientiarum item, artiumque nomina apte breviterque colligens (Antoine Molin, Lyon, 1667), una extensa nomenclatura bilingüe con el latín y francés, que gozó de un abultado número de ediciones, sin cambios significativos de una a otra, distribuida en tres partes (el mundo, el hombre y sus partes y una ciudad y sus partes), a su vez desglosadas en capítulos, y cada capítulo con sus divisiones y agrupaciones de palabras.
Como había sucedido con otros diccionarios suyos, del Indiculus universalis se hizo una versión trilingüe con el español, póstuma, en 1705, en la cual figuran los equivalentes españoles de las voces contenidas en francés y en latín en la primera columna, y el título, en español, fue el de Universo abreviado […]. Según consta en la portada, esa versión al español de las palabras se debe al P. F. Thomas Croset (¿?-1701-¿?), según se indica en la portada de la obra. Este versionador era recoleto, como figura en la portada, de la Provincia de San Bernardino, como aparece en la «Approbatio» de la obra. El trabajo debía estar listo desde unos años antes, pues la aprobación lleva fecha de 21 de febrero de 1701. Es la última en publicarse de las versiones de la obra que ya antes había sido traducida al italiano (Pontus Bernardon, Venecia, 1682) y al flamenco (H. Desbordes, Amsterdam, 1703) en ediciones trilingües con el francés y el latín. Para el español, se registran 3905 palabras diferentes (sin considerar los nombres propios que hay en algunas de las divisiones, epígrafes destinados a facilitar conocimientos sobre el mundo extralingüístico). Cada una de las partes de la nomenclatura tiene una introducción dialogada, forma que a veces también toman los capítulos. En los diálogos, y en los textos en prosa que aparecen de vez en cuando, se contienen explicaciones y algunas voces para nombrar las partes de lo descrito, por más que no sea esa la intención de la exposición, por lo que el autor llega a excusarse.
La versión española de la nomenclatura fue inmediatamente copiada por Francisco Sobrino (¿?-¿1734?), en la nomenclatura con que acompañaba a su Diccionario nuevo de las lenguas española y francesa […] aparecido el mismo año (Francisco Foppens, Bruselas, 1705), y únicamente en esa edición de la obea, y por Félix Antonio de Alvarado (¿?-¿?), en sus Diálogos ingleses y españoles […] (Guillermo Hinchliffe, Londres, 1718) a través de ese otro autor.