Pedro Puiggarí, o Pierre Puiggari, nació en 1768 en Perpiñán, en el Rosellón. Cuando terminó sus estudios entró como novicio en el convento benedictino de Arles, aunque no llegó a ser monje, como consecuencia de la Revolución de 1789. Se trasladó a Madrid donde se dedicó a estudiar nuestra legua, antes de regresar a su patria, llegando a ser profesor de Humanidades y de Retórica en el colegio de su ciudad natal, y funcionario de la Universidad de Perpiñán que se cerró en 1794 para reabrirse en 1979. Trabajador infatigable, consagró su vida al estudio y las publicaciones, especialmente de historia del Rosillón, con una intensa actividad que no decayó hasta después de cumplir los ochenta años. Murió en Perpiñán en 1854.
Puiggarí escribió un librito sobre Elna (Notice de la ville d’Elne, Jean-Baptiste Alzine, Perpiñán, 1836) y otros trabajos de carácter local, tal vez por alguna vinculación familiar con la población. Es autor de un manualito para la enseñanza del español a los franceses, las Leçons de langue espagnole. Este tipo de obras es para él de lo más difícil de hacer. Considera que su tratado es necesario por cuanto todas las gramáticas del español para franceses anteriores a la de la Academia son malas, en especial la de Sobrino, mientras que entre las posteriores solamente se puede salvar la de Cormon, resumen traducido de ella, por lo que resulta muy incompleto. Puiggarí se limita a señalar las diferencias entre las dos lenguas, reduciendo a cuadros aquello que es posible. Por otra parte, es uno de tantos editores del Arte de hablar bien francés (1781) de Pierre Nicolas Chantreau (1741-1808), para cuya elaboración se sirvió, en la parte española, de F. M. F. P. y M. M., como se anuncia en la portada. Esas iniciales corresponden a Fray Magín Ferrer Presbítero y Maestro Mercedario (1792-1862), o, tal vez, Fray Magín Ferrer Pons etc. En la segunda edición de la obra aparece como R. P. M. Fr. Magín Ferrer. Ferrer, por su parte, fue autor de un diccionario bilingüe castellano y catalán, también recogido en la BVFE, firmado con las mismas iniciales. Hacia el final de su vida, Puiggarí escribió una Grammaire catalane-française, à l’usage des français (Jean-Baptiste Alzine, Perpiñán, 1852) en cuyo prólogo anuncia que vendría un diccionario con las dos lenguas (se ha conservado manuscrito en la Bibliothèque Minicipale de Perpiñán, fechado en 1840). Esta otra gramática tenía la intención de acabar con la corrupción con que se hablaba el catalán en el Rosillón, y de paso para ayudar a los franceses que vivían en Cataluña.