Benito Feliú y Ballestero, o Benito de San Pedro en la orden, fue un religioso escolapio y gramático del siglo XVIII. Nació en Mas de las Matas (Teruel) en 1732, pero pronto se desplazó a otras localidades españolas y extranjeras para formarse. Empezó en el Colegio de los Escolapios de Alcañiz (Teruel), probablemente como fámulo, esto es, realizando trabajos para el internado, pues procedía de una familia con escasos recursos económicos, que difícilmente podía sufragar los gastos de su educación. De allí, se desplazó a Peralta de la Sal (Huesca) para realizar sus dos años de noviciado, y, en 1748, se trasladó a Daroca (Zaragoza), en la que continuó con sus estudios de Filosofía y Ciencias. Entre 1751 y 1757 completó sus estudios teológicos en las ciudades de Valencia y Roma, donde se especializó también en lenguas orientales, lo que le sirvió para la traducción de la Biblia Vulgata al castellano. Tras su regreso a España, inicia su carrera docente, primero en Daroca (1758-1761) y luego en Valencia. Fue nombrado director del Seminario Andresiano, en el que impartió asignaturas como teología y derecho canónico. Desde 1777 actuó como calificador del Santo Oficio en Valencia y, solo un año después, fue nombrado provincial de Aragón de la orden, responsabilidad que desempeñó durante tres años. Perteneció a la Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia –socio numerario desde 1788- y colaboró con propuestas sobre temas muy variados, a saber, educación, agricultura, minería, industria, obras hidráulicas y bienestar social. Cesó toda su actividad en 1799, por motivos de salud, y dos años más tarde falleció en Valencia.
El espíritu ilustrado de Benito de San Pedro se trasluce no solo de su estudio y aplicación a varios campos del saber, sino también de sus obras de diferente temática. Sus publicaciones incluyen textos destinados a la Sociedad Económica de Amigos del País (Memoria sobre la restauración de la cosecha de la caña dulce, y de los ingenios de azúcar en el Reino de Valencia, s. i., Valencia, 1793), a sus estudiantes y traducciones de pasajes bíblicos (Momentos sagrados, Benito Monfort, Valencia, 1774). Fue director y corrector de la Biblia Vulgata publicada en Valencia entre 1791 y 1793 y publicó una gramática latina (Valencia, 1796). Con respecto a sus obras didácticas, la obra más destacada es el Arte del romance castellano, publicada en dos volúmenes y dividida en varios capítulos donde trata aspectos gramaticales y sus teorías sobre los orígenes y la evolución de la lengua. Su Arte fue algo controvertido por propugnar el estudio de la lengua castellana como base para estudios superiores en una época en la que era el latín la lengua culta. Se basa en gramáticas anteriores, como la Gramática de la lengua castellana (1743) de Benito Martínez Gómez Gayoso (1700-1787), la cual mejora con el análisis contrastivo que le permiten sus conocimientos de otras lenguas y con ejemplos tomados de autoridades, o la Minerva (1587) del Brocense (1523-1600), si bien la mayor influencia que recibe esta gramática didáctica de Benito de San Pedro procede de la Gramática de Port-Royal (1660).