Antonio Sáñez Reguart fue un funcionario y lexicógrafo aficionado de la Ilustración española. Nació en Barcelona en torno a 1740. Vio la luz en una familia de tradición castrense, aunque de mermados recursos económicos por el impacto de la Guerra de Sucesión (1701-1713). Su infancia fue trágica, pues perdió a su padre con tan solo tres años y, dos años más tarde, a su tío, quien se había hecho cargo de él. A los seis años llegó a Galicia para vivir con otro familiar, asentado allí y dedicado al comercio. Unos años más tarde fue enviado a Madrid, donde realizó su formación amparado por Judas Tadeo Fernández de Miranda Ponce de León y Villacís (1739-1810), un aristócrata bien relacionado con la Corona, que fue su compañero de estudios. El joven Antonio se formó en diversas disciplinas y aprendió a la perfección la lengua francesa. Terminado su periodo formativo, ingresó en la administración borbónica en 1763 como oficial mayor de correos en Plasencia (Cáceres); en 1769 —por su buen hacer— fue trasladado a Madrid. Vivió en la capital hasta 1780, compaginando su trabajo como funcionario con diversas tareas de traducción de obras francesas. A comienzos de la penúltima década del siglo XVIII decidió cambiar de aires y pidió el traslado a Santander, comisionado para mejorar la producción pesquera y conservera del reino. Seguidamente, Carlos III (1716-1788, rey de España entre 1759 y 1788), muy interesado por la labor de nuestro autor, lo envío a recorrer todos los puertos españoles entre 1786 y 1787. Al término de aquel periplo regresó a Madrid, donde fue premiado con un importante puesto en la administración. Los años finales de la vida de Sáñez Reguart están muy difuminados, aunque parece que la muerte del gran rey ilustrado truncó su carrera y tuvo que malvivir y pedir numerosos favores personales para subsistir. Finalmente, falleció en Madrid a finales de 1796 o comienzo de 1797.
El trabajo filológico de este autor guardó una relación directa con su interés por el mundo de la pesca. De hecho, se valió del didactismo de la técnica lexicográfica para ordenar todos los conceptos de su disciplina. Así nació el Diccionario histórico de los artes de la pesca nacional, en cuyos artículos empezó a trabajar una vez caído en desgracia, en torno a 1789, y que le costó mucho publicar. El repertorio, que consta de 360 extensos artículos con numerosas ilustraciones, está dividido en cinco tomos: el primero —A-B— (1791), el segundo —C-D— (1791), el tercero —E-I— (1792), el cuarto —J-Q— (1793) y el quinto —R-Z— (1795). Sáñez Reguart recurrió a diversas fuentes para la composición de su obra, tales como las ordenanzas de pesca de diversos puertos gallegos y asturianos, la Memoria sobre la pesca de la sardina de José Cornide de Folgueira (1734-1803) y los diccionarios de la Academia, el de Covarrubias y el del padre Terreros. Solo resta añadir que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación realizó una edición facsimilar del texto en 1988.