Pocas son las noticias que tenemos de Francisco de Támara, también Francisco (de) Thámara. No se sabe la fecha ni el lugar de su nacimiento, aunque bien podría ser gaditano, pues se tienen noticias de él en Cádiz en 1543 donde ejercía como profesor de gramática, con las mismas dificultades que las de cualquier otro maestro de la época, salvo excepciones. Se llamaba catedrático en las portadas de sus obras. Támara fue uno de tantos erasmistas, como lo atestigua su traducción del maestro y que sus obras se imprimiesen en los Países Bajos. El último libro publicado por él del que tenemos noticia es de 1556, por lo que debió morir en esa fecha o más tarde, pues de ese mismo año se conservan documentos que atestiguan que vivía en Cádiz. De todos modos su fallecimiento es anterior a 1561.
Támara fue un conocido traductor humanista que vertió al español algunas obras de Cicerón y Jenofonte bajo el título de Libros de Marco Tulio Cicerón en que tracta De los Officios, De la Amicicia y De la Senectud. Con la Económica de Xenophon (Juan Lacio, Amberes, 1545), el Libro de Polidoro Vergilio que tracta de la invencion y principio de todas las cosas (Martín Nucio, Amberes, 1550) de Polidoro Virgilio (ca. 1470-1555), el Libro de los ejemplos (conservado solamente manuscrito, en dos copias) de Marco Antonio Cocci, Sabellico (1436-1506), y el Libro de apothegmas [...] (Martín Nucio, Amberes, 1549) de Erasmo (1467-1536), entre otras obras. Igualmente, tradujo obras de carácter histórico, la Suma y compendio de todas las Chrónicas del mundo, desde su principio hasta el año presente (Guillermo de Millis, Amberes, 1553) de Johannes Carion (1499-ca. 1537), y El libro de las costumbres de todas las gentes del mundo y de las Indias (Martín Nucio, Amberes, 1556), si es que podemos considerarlo de historia, de Johann Böhme (ca. 1485-1535); esta última obra fue prohibida por el Santo Oficio en 1642. Nuestro humanista dedicaba sus obras a personajes ilustres de Cádiz, por lo que cabe suponer que tenía cierta notoriedad en la ciudad o en la región.
Por lo que a nosotros nos interesa en la BVFE es autor de una breve gramática latina, la Suma y erudición de grammática en metro castellano [...] destinada al uso de un público escolar, aunque también a cualquiera que desease aprender esa lengua, puesta en verso, siguiendo la vieja tradición que se remonta hasta el Doctrinale (escrito en 1199) de Alexandre de Villedieu (ca. 1175-1240) con la que se pretendía la fácil memorización de los preceptos, pese a lo forzado que podía resultar el verso. La composición en nuestra lengua debía contribuir también al aprendizaje del latín de manera más sencilla. La gramática está dividida en tres partes: la primera contiene la ortografía, la etimología y la oración; la segunda son unos Principios de grammática para los niños con el fin de que aprendan las nociones básicas; y la tercera trata De la Pronunciación y la metrificación. Es una gramática muy sencilla para que los niños pudiesen aprender fácilmente lo básico del latín, sin entrar en aspectos teóricos, pese a lo cual expone un sistema de diez clases de palabras, no coincidentes con el nebrisense, sin detenerse en todas las partes de la oración. Con la Suma y erudición de grammática en metro castellano aparece otro tratado gramatical, latino, titulado Grammatices rudimenta brevissime, estampado por el mismo impresor que la Suma, e igualmente breve, de carácter escolar, pero ya no en verso, probablemente porque no se pretendía la memorización de las reglas.