Manuel Orozco y Berra nació en la ciudad de México el 8 de junio de 1816. Cursó estudios de ingeniería y topografía en su ciudad natal. Posteriormente, se dedicó a la docencia, como profesor de matemáticas e historia, y también al periodismo y la abogacía. Considerado uno de de los historiadores más importantes de México del siglo XIX, fue miembro fundador de la Academia Mexicana de la Lengua (1875), y miembro correspondiente de la Real Academia Española y de la Real Academia de la Historia, así como presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Desempeñó cargos muy diversos: secretario de Gobierno de Puebla, director del Archivo General de la Nación, oficial mayor de Fomento y ministro de la Suprema Corte de Justicia. Debido a su colaboración con el gobierno de Maximiliano I (1832-1867), fue condenado tras el regreso de los liberales, aunque, finalmente, no se cumplió la pena. Murió el 27 de enero de 1881.
Realizó importantes aportaciones cartográficas, como la Memoria para la carta hidrográfica del Valle de México formada por acuerdo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (Imprenta de A. Boix, a cargo de Miguel Zornoza, México, 1864) o la Memoria para el plano de la ciudad de México (Santiago White, México, 1867), y, por supuesto, obras históricas como Apuntes para la historia de la geografía en México (Imprenta de Francisco Díaz de León, México, 1881) y la monumental Historia antigua y de la conquista de México (5 vols., Tip. de Gonzalo A. Esteva, México, 1880). Especial interés tiene su Geografía de las lenguas y carta etnográfica de México, que incluye una clasificación de las lenguas mejicanas acompañada de un estudio estado por estado. Esta obra, como reconoce el autor, tiene su origen en unos apuntes relacionados con las lenguas habladas en algunas fracciones políticas de México, incluidos en la memoria que elaboró para el Ministerio de Fomento en el año 1857. Por otra parte, en el ámbito lexicográfico, cabe resaltar el Diccionario universal de historia y de geografía, inicialmente publicado en España (8 vols., Francisco de Paula Mellado, Madrid, 1846-1850), en cuya adaptación para México tuvo un papel muy relevante (sobre todo en los temas geográficos y en los apéndices, que incluyen artículos sobre México y la Biblia). Se trata del primer repertorio enciclopédico, en diez tomos, que se publicó en México y en el que colaboraron escritores y científicos de renombre. Incluye artículos de voces propias de las materias tratadas, y otros exclusivamente de historia, con biografías de personajes relevantes, y mitología, así como de información sobre geografía antigua y moderna.