José Sánchez y González de Somoano fue un profesor de gimnasia y filólogo aficionado español, activo durante el último cuarto del siglo XIX y los primeros años del XX. Vio la luz en Arriondas (Asturias), en 1850, en el seno de una familia cuya calidad nos es desconocida. Se sabe poco sobre los primeros años de su vida, así como sobre la formación recibida, aunque se le presupone un carácter bastante autodidacta. En 1860, con 10 años, se estableció en Madrid y comenzó a dedicarse a la gimnástica. En 1868 estableció su propio gimnasio en Valladolid, que después trasladó a Santander. En 1873, asentado de nuevo en la capital española, nuestro asturiano comenzó a regentar su propio establecimiento de entrenamiento, al tiempo que sentaba las bases de esa disciplina en la academia de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid). De ideología liberal, regeneracionista y krausista, y muy crítico con los gobiernos de la Restauración, inició un viaje para estudiar el desarrollo de los planes de estudio de su disciplina. En 1886 arribó a México, país en el que residió durante el resto de su vida, aunque continuó viajando a su patria, además de visitar diferentes puntos de los Estados Unidos y Centroamérica. En el país azteca se convirtió en una personalidad conocida y respetada, que tuvo tratos con los diferentes gobiernos. Finalmente, José Sánchez murió asesinado, en 1913, por enemigos del liberal socialista Francisco Ignacio Madero (1873-1913, presidente de los Estados Unidos Mexicanos entre 1911 y 1913), cuya subida al poder había aprobado.
El trabajo filológico de nuestro protagonista fue pequeño y se concentró en una recopilación de variantes del dialecto mexicano, titulada Modismos, locuciones y términos mexicanos, cuya finalidad era familiarizar al emigrante español con algunos de los giros del castellano de aquel país. La estructura de la obra gravita en torno a un poema narrativo central, que relata algunos aspectos de la vida cotidiana (comida, vestimenta…) del México finisecular, en el que se van insertando mexicanismos. Esos mexicanismos, que suman 61, son explicados en un glosario final.