Juan de Arona (1839-1895) es el seudónimo que utiliza Pedro Paz Soldán y Unanué durante su periplo vital. Además de poeta, historiador, traductor, se considera el primer lexicógrafo regional del Perú. Realiza sus primeros estudios en el Convictorio Carolino, colegio al que acudía la élite peruana del momento. Sin embargo, como consecuencia del traslado de la residencia habitual de la familia, acaba su formación de manera autodidacta con la lectura y traducción de los clásicos latinos. De hecho, consigue la cátedra de literatura griega y latina en la Universidad de San Marcos. Desde 1859 a 1863 emprende numerosos viajes: Chile, Inglaterra, Francia, España, Italia, Grecia, etc., donde entra en contacto con referentes literarios de la época y con miembros de la Real Academia Española.
Además, colabora asiduamente en la prensa del momento, específicamente en el periódico Chispazos, donde escribe artículos satíricos acerca de la situación política convulsa que vive Perú desde 1879 hasta 1883. El propio autor, en el prólogo de su Diccionario, afirma que gran parte de la obra había sido publicada anteriormente y de manera fragmentada en distintos periódicos peruanos.
Aunque saca a la luz numerosos estudios de carácter literario e histórico, publica algunos trabajos puramente lingüísticos, como “Galería de novedades filológicas”, un glosario oculto de peruanismos que se recoge en su obra costumbrista, Cuadros y episodios peruanos (1867), y el Diccionario de peruanismos (1883-1884), primer repertorio lexicográfico de provincialismos que se publica en el Perú. El conjunto de 974 voces introducidas se clasifica en tres categorías, a saber, provincialismos americanos (términos procedentes de lenguas indígenas) provincialismos españoles (palabras que los españoles impusieron en su llegada al continente) y voces diversas (voces de origen desconocido).