Prácticamente nada es lo que sabemos de Stephan Barnabé, de origen alsaciano, maestro de lenguas en la Corte Imperial de Viena. Seguramente enseñaba en Viena, ciudad en la que publicó sus libros. El primero fue un pequeño manual para la enseñanza del francés (Kurtze wohlbegründete Underweisung der französischen Sprach. Sambt einer Nomenclatur zusammen getragen, Matthæus Rickhes, Viena, 1656), al que siguió un año después otro para el español en el cual, además, se incluye una nomenclatura (las otras gramáticas tienen las suyas) trilingüe en español, alemán e italiano, lengua esta a la que dedicaría otro manualito (Underweisung der italianischen Sprach, Susanna Rickes, Viena 1663), en alguna de cuyas ediciones también aparece la nomenclatura trilingüe. En este conjunto hay que situar un tratadito más dedicado al latín (Grammatica seu instructio linguae germanicae, Matthæus Rickhes, Viena, 1658). Por otra parte, y como complemento del amplio abanico de manuales de lenguas que compuso escribió unos Discursos familiares con algunos proverbios, historias y fábulas, exclusivamente en español. En la dedicatoria de la gramática española a Leopoldo I de Habsburgo (1640-1705), rey de Hungría y Bohemia, escribe nuestro autor: «se sirva de agradar esta pequeña Gramática Española (a la qual he añadido mi Gramática Italiana reduzida en mejor orden, y imprimida por quinta vez) […]», pese a que no aparece la gramática italiana, que, tal vez, quería publicar conjuntamente, pero la salida de la italiana se retrasó. Barnabé tomó como base la gramática de Juan Ángel de Zumarán (2ª mitad s. XVI-¿?), aumentada con una parte dedicada a la sintaxis.