Juan Pablo Bonet (donde Pablo es apellido) nació en 1573 en El Castellar (Zaragoza), población hoy desaparecida, aunque no se sabe con certeza el día. Cuando solamente tenía 7 años perdió a su madre, por lo que marchó a Madrid con un tío suyo, y a los 15 a su padre. En 1593 puso a la venta su herencia, compartida con su tío, para poder costearse los estudios, sin que se sepa dónde los realizó. Entre 1604 y 1607 estuvo en Orán como secretario del capitán general Juan Ramírez de Guzmán y Toledo Marqués de Ardales. En ese año de 1607 entró al servicio del condestable de Castilla Juan Fernández de Velasco y Tovar (ca. 1550-1613). Con él estuvo en Italia desde finales de 1611 hasta mediados del año siguiente. Según algunos, en 1610 se encargó de la educación de Luis (1610-1664), segundo hijo del segundo matrimonio de su señor, sordo de nacimiento, como otros miembros de la familia formados por el benedictino Fray Pedro Ponce de León (principios del s. XVI-1584); sin embargo, no hay documentos que prueben que Pablo Bonet educara al pequeño Luis. Lo cierto es que se preocupó por conocer la naturaleza del lenguaje para desarrollar un método de enseñanza con el que los niños sordos y mudos lograsen leer y hablar. La cercanía al condestable propició que fuese nombrado entretenido del Capitán General de la Artillería de España, y valet servant del rey. Muerto su valedor, continuó al servicio del nuevo condestable, Bernardino Fernández de Velasco y Tovar (1609-1652). La viuda lo nombró administrador de la casa en 1618, a la vez que el rey lo hacía administrador general de las cuentas tocantes a la renta y servicio del montazgo de los ganados del reino. En 1622 dejó la casa Velasco para pasar al servicio de Felipe IV (1605-1665) como secretario. En 1626 el rey le otorgó el hábito de la Orden de Santiago por los servicios que le prestaba en el Consejo de Aragón. Murió nuestro autor en Madrid, el 2 de febrero de 1633.
Expuso su método en la Reductión de las letras y arte para enseñar a ablar los mudos, considerado como el primer tratado de logopedia, y de fonética. En el siglo XVIII fue acusado por Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) de haber plagiado a Ponce de León, de cuyos métodos pudo haber tenido noticia en la casa de los Velasco. Sin embargo, el plagio no es cierto, ya que el benedictino enseñaba a escribir pero no se sabe si a hablar, y solamente dejó un manuscrito, recientemente encontrado, en el que describía su método para enseñar a hablar a los Velasco. En defensa de Bonet salió Lorenzo Hervás y Panduro (1735-1809), y ya en el siglo XX Tomás Navarro Tomás (1884-1979). La obra está dividida en dos libros, el primero es «De la reducción de las letras» dedicado a las letras, sus orígenes y transformación, y su pronunciación, pues estas no son sino la representación de los sonidos y se hicieron para ponerlas al servicio de la voz, por lo que, considera, que los nombres que tienen no son precisos, ya que tienen elementos que no son su misma pron unciación, salvo en el caso de las vocales. El segundo de los libros, a partir de la pág. 117, es el «Arte para enseñar a hablar los mudos», donde trata de las causas de la mudez, de cómo enseñar a hablar a los mudos, con unos capítulos sobre morfología y sintaxis. En las páginas iniciales aparece un poema de Lope de Vega (1562-1635) en alabanza del autor, lo cual nos habla de las buenas relaciones que mantenía personas conocidas en la época y la corte.
El tratado tuvo una segunda edición en 1882 (Imprenta del Colegio Nacional de Sordomudos y de Ciegos, Madrid), y otras ya en el s. XX. Fue traducido al inglés (Simplification of the letters of the alphabet and method of teaching deaf-mutes to speak, Hazell, Watson, & Viney, Londres-Aylesbury, 1890) y al alemán (Vereinfachung der Buchstaben und die Kunst stumme sprechen zu lehren, edición del traductor, Friedrich Werner, Stade, 1895).