Serafín Casas y Abad fue un helenista, médico y naturalista español del siglo XIX. Nació en Huesca, en 1829, en el seno de una acomodada familia de esa ciudad. Tras realizar los estudios primarios, accedió, en 1838, a la Universidad de Huesca, donde completó el bachillerato en Filosofía; nuestro protagonista, que se graduó en 1844, formó parte de la última promoción salida de ese centro antes de su clausura definitiva. En 1851 obtuvo la licenciatura en Medicina por la Universidad de Barcelona. Además, entre 1851 y 1853, mientras desempeñaba la cátedra de Griego en el instituto de segunda enseñanza de Huesca, estudió a distancia la carrera de Ciencias Naturales, disciplina en la que terminó por doctorarse en 1869. Desde 1855 y durante siete años, fue catedrático de Ciencias Naturales en el mencionado instituto oscense, y desde 1862 hasta 1881, lo fue de Física y Química. A comienzos del decenio de 1880, entró como docente en la Universidad de Zaragoza pero, al obtener en propiedad la cátedra de Ciencias Naturales en el instituto de su ciudad, regresó a ella, desde donde, en 1896, permutó su plaza por la correspondiente en el afamado Instituto del Cardenal Cisneros, en Madrid, donde se jubiló. A lo largo de su larga etapa como docente de segunda enseñanza, en la que tuvo como discípulo a –entre otros– Santiago Ramón y Cajal (1853-1934), alternó esos quehaceres con su participación en diversas sociedades científicas y con su desvelo por el desarrollo de la capital altoaragonesa, así como con el estudio de su historia. Serafín Casas y Abad falleció en su ciudad natal, adonde había regresado tras su jubilación, en 1903, con 74 años.
El trabajo filológico de Casas fue escaso, y entroncó con su pasión por las Ciencias Naturales. Así, dentro de su Curso de nociones de historia natural, incluyó un vocabulario etimológico de tecnicismos de origen griego, que consta de unas 400 entradas, ordenadas según su orden de aparición en las lecciones del referido Curso.