Pierre Nicolas Chantreau, a quien llamaban don Chantreau, nació en París en 1741. En 1767 llegó a Ávila para incorporarse como maestro de francés en la Real Escuela Militar, donde desempeñó durante años esa actividad, fruto de la cual sería su gramática francesa, publicada en París en 1781. En 1782 regresó a Francia, donde adoptó las ideas revolucionarias y obtuvo un empleo en la sección de la biblioteca del Comité de Instrucción Pública. Entre 1788 y 1789 viajó por Inglaterra, Escocia e Irlanda (plasmó sus impresiones en el Voyage dans les trois royaumes d'Angleterre, d'Écosse et d'Irlande, fait en 1788 et 1789, 3 vols., Briand, Paris, 1792), y no es evidente que lo hiciera también por Rusia (no parece que sea una prueba el Voyage philosophique, politique et littéraire fait en Russie pendant les années 1788 et 1789, traduit du hollandais, avec une augmentation considérable, par le citoyen Chantreau, 2 vols., Briand, París, 1794). En 1792 fue encargado de una misión secreta en la frontera española con el fin de averiguar la disposición de los catalanes con respecto a la Revolución francesa. En 1796 fue nombrado profesor de Historia de la École Centrale de Auch (en la Gascuña francesa), y más tarde en la École Militaire en Fontainebleau (cerca de París), donde falleció en 1808.
Chantreau es autor de algunos libros de historia (y de historia militar) y tablas cronológicas que no tuvieron gran éxito. Conviene destacar, no obstante, su recopilación del léxico revolucionario (Dictionnaire national et anecdotique, pour servir à l'intelligence des mots dont notre langue s'est enrichie depuis la révolution, et à la nouvelle signification qu'ont reçue quelques anciens mots. Enrichi d'une notice exacte et raisonnée des journaux, gazettes et feuilletons antérieurs à cette époque. Avec un appendice contenant les mots qui vont cesser d'être en usage, et qu'il est nécessaire d'insérer dans nos archives pour l'intelligence de nos neveux, par M. de L'Epithète, élève de feu M. Beauzée, académicien, mort de l'Académie française, Chez les marchans de nouveautés, Politicopolis, 1790), en el que, de una manera distendida va explicando los cambios habidos en la lengua como consecuencia de la Revolución, los nuevos sentidos de las palabras, y las que en un futuro inmediato van a dejar de emplearse debido a la desaparición de lo nombrado, por lo que solamente se encontrarán en los diccionarios.
A nosotros nos interesa en la BVFE por haber compuesto una gramática francesa para españoles, el Arte de hablar bien francés. En ella incluyó una nomenclatura titulada «Recopilación de las voces más usuales para empezar a hablar en francés», con paginación propia, pues es el comienzo del suplemento de la gramática. Este suplemento, según explica el autor en el «Prólogo» (pág. XII), es mayor que la gramática, «y contiene todo lo que puede conducir a hacer hablar en breve tiempo al Discípulo ya enterado de las reglas de la Gramática». Además de la nomenclatura, el suplemento contiene una colección de «Frases familiares para romper a hablar en Francés» (págs. 53-98), y un «Tratado alfabético de la propiedad de las voces», primero las españolas que tienen en francés dos o más significados (págs. 99-142) y después las francesas que tienen en castellano dos o más significados, o sentidos muy diversos; sigue otra lista de las que necesitan alguna observación (págs. 143-244), con la explicación de la sinonimia. A continuación figura una «Lista de verbos que con el nombre forman una especie de expresión idéntica» (págs. 245-247), una relación de «Voces y gritos de los animales» (pág. 247), una lista de «Proverbios, refranes, y dichos que se corresponden en ambas lenguas» (págs. 248-255), el «Modo de contar la moneda francesa» (págs. 255-256), y unas observaciones sobre la traducción, con ejemplos y comentarios, así como otras cuestiones de carácter cultural. Las fuentes que utilizó en la elaboración del texto nos las dice el propio Chantreau en la portada de la obra, y en el prólogo, entre las que cabe destacar la gramática de Port-Royal, y, por supuesto, la de nuestra Academia. Para la parte dedicada al léxico se basó en la Llave nueva y universal para aprender con brevedad y perfeccion la lengua francesa [...] (1748) de Antonio Galmace (¿?-¿?), aunque con notables aportaciones personales.
La gramática de Chantreau es un completo manual para que los españoles pudiesen aprender el francés siguiendo tres vías simultáneas: el aprendizaje del léxico, de los diálogos familiares y de la gramática, de modo que se pudiese aprender la lengua de una manera global para llegar rápidamente a poder entender y mantener una conversación. Todo ello requiere cierto esfuerzo y un trabajo práctico a través de los ejercicios, especialmente la pronunciación, a la que dedica el comienzo de la obra. Es la conjunción del método teórico con el práctico. El éxito que logró fue notable, a tenor de la cantidad de ediciones que se hicieron, y la de reediciones y adaptaciones de otras manos, llegando su presencia hasta los primeros años del siglo XX; entre quienes hicieron versiones de la obra, o la tuvieron como modelo, están Lorenzo de Alemany (1779-1855), Antonio Bergnes de las Casas (1801-1879), Luis Bordás (1798-1875), Pablo Dupuy (¿?-1829-1843-¿?), A. Galbán (¿?-1863-¿?), G. Hamonière (1789-¿?), Melchor Manuel Núñez de Taboada (1786-¿?), Pedro Puiggarí (1768-1854) o Pedro María de Torrecilla.