Tal y como se puede extraer de las páginas preliminares de sus obras, Clemente Cornellas se licenció en derecho, pero no ejerció como tal, sino que se dedicó a la enseñanza de idiomas en Madrid y Barcelona. Entre sus méritos, destaca por conseguir la Cátedra de francés en el Instituto de Barcelona y la de inglés en el Instituto de San Isidro de Madrid. Además, fue caballero de la Real Orden Americana de Isabel la Católica y profesor de lenguas vivas en la Corte.
Escribió una Gramática francesa teórico-práctica para uso de los españoles (1845) con el objetivo de unir teoría y práctica para conseguir un dominio completo del francés, lengua dominante en las relaciones comerciales e industriales en el siglo XIX. Su obra incorpora como quinta parte de la gramática (pronunciación, analogía, sintaxis, ortografía) una sección dedicada a las voces usuales, diálogos, modelos de cartas, refranes, etc., que hasta entonces nunca se había introducido como parte principal, sino como suplemento o apéndice al tratado gramatical. Tuvo una gran acogida, sobre todo después de su muerte (en 1889 se publicó la 15.ª edición). Fruto del éxito, y siguiendo el mismo método, decidió publicar una Gramática inglesa teórico-práctica para el uso de los españoles (1851). El autor mantiene los mismos objetivos que con su gramática francesa, pero reduce a tres las secciones en las que se divide su obra: un apartado dedicado a la pronunciación, otro que engloba los contenidos sobre analogía, etimología y sintaxis, y una tercera parte dedicada a las correspondencias mercantiles en inglés y en castellano. Finalmente, dio a luz una colección de textos bajo el título de Antigalicismo o sea libro de lectura francesa escogida, graduada y anotada,con el fin de evitar galicismos en la versión española (1865). Se considera un libro de lectura que incorpora obras y fragmentos franceses traducidos al español, destinados a aquellos discípulos que quisieran comprender y traducir convenientemente los textos franceses.