Pedro Díaz Morante fue un calígrafo y maestro manchego del siglo XVI, perteneciente a la Orden Tercera de Penitencia de San Francisco. Nació entre 1565 y 1566, bien en Toledo, bien en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Se inició en el ejercicio de la enseñanza de la escritura en Toledo, donde abrió una escuela en 1592. A partir de 1612 continuó su labor pedagógica e incrementó su fama en Madrid. Sus primeros alumnos en la capital fueron hijos de destacadas familias, lo que le valió para probar el éxito de su método, y, gracias a ello, le concedieron el permiso de abrir una escuela pública en 1613. Tres años después, lo nombraron examinador de maestros. Alcanzó tal reconocimiento, que se encargó de enseñar al Cardenal-Infante Fernando (1609 o 1610-1641), hijo de Felipe III (1578-1621). Falleció en 1636 en Madrid.
Díaz Morante dispuso su Nueva arte como un nuevo método de enseñanza caligráfica. La aportación de Díaz Morante a la caligrafía española fue doble: por un lado, propuso una escritura ligada o trabada y, por otro, consagró la letra denominada bastarda española. La obra está compuesta de cuatro volúmenes, que incluyen una serie de láminas destinadas a servir de modelo al alumno, además de los contenidos teóricos sobre Caligrafía. El primer libro se imprimió en 1616 con el título Nueva arte, donde se destierran las ignorancias que hasta hoy ha habido en enseñar a escribir; el segundo, del que existe una segunda edición (Domingo García Morrás, Madrid, 1657) a cargo de Blas López de Ayala (¿?-1668), vio la luz en 1624 con el título de Segunda parte del arte de escriuir [...], la qual se intitula Enseñanza de príncipes; por la gallardía, facilidad, y destreza, que este admirable arte en sí encierra, por donde ya los príncipes y señores aprenderán con breuedad y gusto; y si hasta hoy no se han preciado de saber escriuir es por no haber habido arte científica y verdadera, como esta lo es, mas ya desde hoy serán todos buenos escriuanos, y así mismo sabrán escriuir los hombres, que se quedaron sin saber, en tres meses; y aunque tengan mala forma, se les quitará, y sabrán en el dicho tiempo; y los niños virtuosos, si trabajan con cuidado, siendo de edad de doze años, sabrán escriuir en seis meses, y los más pequeños con notable breuedad y destreza. Y los maestros con esta arte serán desde hoy más diestros y gallardos escriuanos, y sabrán enseñar con la dicha breuedad, si con cuidado y buena imitación la aprenden y enseñan; y assí mismo va en este libro lo que se les ha de pedir a los maestros, que se examinaren por esta nueua arte (Luis Sánchez, Madrid, 1624). Tituló su tercer y cuarto libros Tercera parte del Arte nueva de escrivir, que el maestro Pedro Díaz Morante ha compuesto, la más diestra, y curiosa de todas [...] (Imprenta Real, Madrid, 1629) y Quarta parte del arte nueva de escribir [...] (Juan González, Madrid, 1631), respectivamente. La segunda edición del último (Diego Díaz de la Carrera, Madrid, 1654) también la costeó su discípulo López de Ayala. Díaz Morante redactó una quinta parte de su Nueva arte, no obstante quedó inédita por lo costoso de la impresión.