Rafael Espejo fue un veterinario, médico y lexicógrafo aficionado español del siglo XIX. Poco se sabe acerca de la infancia y los primeros años de este autor; aunque existe constancia de que vio la luz en la ciudad de Córdoba, en una fecha indeterminada de mediados de la década de 1820. En 1855 se licenció en Veterinaria en la Universidad Central de Madrid y, tras unos años como becario en el Colegio de Cirugía de San Carlos, logró la plaza de disertor anatómico en Zaragoza (1861); solo dos años después, consiguió la de Madrid, ciudad a la que permaneció ligado durante el resto de sus días y en cuya Universidad ejerció como profesor. Espejo supo mantenerse absolutamente al margen de los grandes vaivenes sociales y políticos del siglo XIX español, consagrándose a su desempeño sanitario, en el que llegó a ser un reputado profesional. Ya laboralmente asentado y espoleado por su insaciable curiosidad, compaginó sus ocupaciones con el estudio de la Medicina, licenciatura que obtuvo en 1875, sin que los sucesos del Sexenio Democrático (1868-1874) hicieran mella en su progresión académica. El andaluz fue el fundador, director y propietario de la Gaceta Médico-Veterinaria, publicación que resultó trascendental en la difusión de los logros y progresos que la Microbiología, con Louis Pasteur (1822-1895) a la cabeza, alcanzaba en fechas coetáneas, avances a los que eran reacios buena parte de la comunidad científica española. Nuestro autor también se significó en defensa del asociacionismo profesional y en pro de la promulgación de una ley nacional de sanidad animal, también amparó la organización del primer congreso veterinario celebrado en España. Su incansable labor veterinaria, médica y periodística llegó a su fin en 1893, año en el que la muerte lo sorprendió en Madrid.
El trabajo lexicográfico de Espejo fue subsidiario de su labor como veterinario. Entre 1877 y 1883 llevó a las prensas su monumental Diccionario general de veterinaria, el primero de su clase redactado en español, compuesto por tres tomos –tomo I (A-F); tomo II (G-Pes); tomo III (Pet-Z)–. Esta obra se volvió a editar, nuevamente en tres volúmenes, unos años después, entre 1892 y 1905. El mencionado repertorio es una guía alfabética sobre las principales patologías animales, sus causas, su desarrollo en función de la especie a la que ataquen, su duración y sus posibles tratamientos.