Tobías Garzón Piñero del Castillo fue un lexicógrafo y periodista argentino, activo durante los decenios finales del siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Nuestro autor nació en la ciudad de Córdoba (Argentina), en 1849, en el seno de una prominente familia criolla. Aunque no son muchos los detalles biográficos que maneja la investigación, sí se sabe que los Garzón procuraron a todos sus hijos una educación esmerada. Tobías cursó la enseñanza secundaria en el prestigioso Colegio de Monserrat de la capital cordobesa, antigua institución universitaria durante el periodo virreinal; al parecer no siguió estudios universitarios reglados debido a los problemas económicos que atravesó la familia como consecuencia de la muerte de su progenitor; no obstante la formación que había adquirido le fue suficiente para dedicarse a la docencia y al periodismo desde muy temprana edad. Junto con uno de sus hermanos fundó una escuela primaria, la Escuela Graduada de I. y T. Garzón, que gozó de gran prestigio y aceptación entre las clases pudientes de su ciudad natal. El cordobés simultaneó su labor docente con la periodística, lo que lo llevó a la fundación de varias cabeceras regionales, todas de inspiración liberal y laicista, que impulsaron la carrera presidencial de Nicolás Avellaneda (1837-1885), quien en 1874 alcanzaría la presidencia de la República Argentina. Dentro de la turbulenta centuria decimonónica del país austral, Tobías Garzón defendió siempre la consolidación de la nación unitaria sobre los caudillajes provinciales y la importancia y los beneficios de la extensión de la enseñanza universal. El lexicógrafo residió toda su vida en la ciudad que lo vio nacer, aunque realizó frecuentes viajes, tanto a la capital, Buenos Aires, como a diversas provincias del país. Gracias a su valía personal, y las excelentes relaciones de su hermano Ignacio (1845-1915), consiguió una cátedra de «idioma nacional» en el prestigioso Colegio de Montserrat, donde se había formado, y alcanzó el puesto de secretario de la Universidad Nacional de Córdoba. En 1914, justo cuando el modelo político de país defendido por nuestro autor hacía agua, como consecuencia de los cambios sociales y económicos producidos por la llegada de una enorme cantidad de inmigrantes europeos –realidad que habían socavado el tradicional poder del estamento criollo, y que cristalizaría, dos años después, con la subida al poder del primer presidente radical, Hipólito Yrigoyen (1852-1933)–, Tobías Garzón moría en su Córdoba natal rodeado de gran prestigio y reconocimiento.
El trabajo filológico de Garzón fue subsidiario, por un lado, de su labor docente, y por otro, de la pasión personal que sentía por la reivindicación de las particularidades del español de Argentina respecto a la variante de la antigua metrópoli. Dentro del primer grupo destacan tres manuales, uno por curso, dedicados a la gramática castellana; un texto escolar con una considerable parte práctica. En esta misma línea, en 1905, escribió un pequeño ensayo sobre el papel y las características de la enseñanza de la lengua española dentro del currículum de la educación primaria en la Argentina de la época. Por otro lado, el quehacer lexicográfico del cordobés cristalizó en su Diccionario argentino ilustrado con numerosos textos, repertorio que se inserta dentro de la polémica acerca de la existencia o no de un idioma nacional argentino, cuestión que dividió a la intelectualidad rioplatense (y a la de parte del resto de Hispanoamérica y de España) a finales del siglo XIX y principios del XX; en él Garzón sigue la línea esbozada por el peruano Ricardo Palma (1833-1919), quien no defendía la existencia de lenguas diferenciadas, sino de variantes de la española en las diferentes regiones de América. El Diccionario argentino consigna unas 10 000 entradas de uso corriente en el habla contemporánea del país no recogidas en la 13.ª edición del Diccionario de la lengua castellana (1899) de la Real Academia Española. Estas voces poseen orígenes diversos: barbarismos, indigenismos, préstamos de idiomas extranjeros como consecuencia de los procesos migratorios que convergieron en el país… En gran medida, la microestructura del artículo lexicográfico de esta obra está copiada del repertorio de la Academia Española, aunque en el texto del argentino es mucho más prolija la ejemplificación del uso de las voces a partir de diversas fuentes, tanto escritas como orales.