Apenas disponemos de datos sobre la vida de Emil Gessner. Cuando Gustav Gröber (1844-1911) habla de él en Grundriss der romanischen Philologie (2ª ed., Karl J. Trübner, Estrasburgo, 1904-1906, pág. 107), proporciona la fecha de nacimiento de 1822, pero ninguna otra información biográfica. Desconocemos, pues, el lugar de su nacimiento y muerte, así como la fecha de su fallecimiento, aunque como Gröber no dice que hubiese desaparecido al salir la obra citada cabe suponer que su desaparición se produjo después de 1906. Sus obras nos indican que era un conocido romanista que dominaba el español y el francés, habiendo redactado un tratado sobre los pronombres en esta lengua (Zur Lehre vom französchischen Pronomen, Mayer & Müller, Berlín, 1885).
Se atribuye generalmente a don Ramón Menéndez Pidal (1869-1968) el empleo del término «leonés» para designar una modalidad lingüística viva en el siglo XX, aunque es bien conocido que el glotónimo había sido acuñado con anterioridad para denominar la modalidad romance en que están escritos los textos medievales del antiguo Reino de León. De hecho, habitualmente se asume que el filólogo que introduce tal denominación fue Emil Gessner en Das Altleonesische. Ein Beitrag zur Kenntniss des Altspanischen (1867), en la que analiza la lengua en la que se redactó una serie de documentos del siglo XIII.
Comienza su obra el autor expresando que eruditos que han tratado el origen del español, como Bernardo de Aldrete (1565-1645), fr. Martín Sarmiento (1695-1772) o Gregorio Mayans (1699-1781), se han conformado (usa el verbo benügnen) con establecer una división dialectal que distingue entre castellano, gallego y catalán, y que Tomás Antonio Sánchez de Uribe (1723-1802), el primer editor de los poemas de Gonzalo de Berceo (1780) y del Poema de Aleixandre (1782) menciona también el leonés. De José Amador de los Ríos (1816-1878) critica que subsumiera los dialectos hablados en Asturias, León, Navarra y Aragón en el castellano. Gessner enumera algunas de las principales fuentes para conocer el leonés antiguo. Analiza los aspectos fonéticos y morfológicos de la lengua registrada en esas obras, con una extensa lista de los términos leoneses hallaos, poniéndolos en relación con palabras gallegas.
Entre sus estudios del castellano antiguo destaca su ensayo Zur Cibdareal-Frage, ein Beitrag zur spanischen Litteraturgeschichte (1885), en el que refuta por medio de argumentos lingüísticos que Fernán Gómez de Cibdarreal o Ciudad Real, médico y poeta del siglo XV, redactara el Centón epistolario. En el siglo XX se confirmarían sus sospechas al descubrirse que fue realmente escrito en el siglo XVII por Juan Antonio de Vera, conde de la Roca (1583-1658).