José Mamerto Gómez Hermosilla nació en Madrid en 1771. Cursó los estudios de Latinidad y Retórica como seminarista en el Colegio de Escuelas Pías de Getafe hasta 1782. Estudió Filosofía y Teología en el colegio Santo Tomas de Madrid (1783-1790) y Disciplina eclesiástica, Liturgia, Matemáticas y Lengua griega, en los Reales Estudios de San Isidro (1791-1796). En este último obtuvo la cátedra de Retórica (1802), tras haber sido sustituto y haber perdido la cátedra de Disciplina eclesiástica a la que opositó en 1800. Fue individuo de la Academia de Teología de Santo Tomás (1785-1793), de las Academias de Sagrada Escritura y de Teología moral (1786-1792) y de la Academia Grecolatina Matritense. Además, perteneció a la Sociedad Económica de Granada y de Baeza. En 1808 abandona su cátedra para adherirse al gobierno de José I Bonaparte (1786-1844) como jefe de división en el Ministerio de Policía General, una decisión que lo precipitó al exilio. Permaneció en Francia, como su amigo Leandro Fernández de Moratín (1760-1828), dando clases particulares y recibiendo ayudas del gobierno hasta 1820, fecha en la que se promulgó un decreto en España por el que se declararon en libertad los presos políticos. Gómez Hermosilla regresó a su país, pero sin la posibilidad de recuperar su puesto en los Reales Estudios de San Isidro, así que colaboró en la fundación y las funciones del Colegio de San Mateo junto con otros dos afrancesados: Alberto Lista (1775-1848) y Juan Manuel Calleja (ca. 1780-1851-1852). En 1825 lo nombraron secretario de la Comisión de Estudios y, más tarde, secretario de la Inspección general de Instrucción pública hasta 1835. Dos años más tarde, murió por una apoplejía.
Gómez Hermosilla, especialista en Retórica, publicó una obra, editada en dos tomos, destinada a orientar a futuros escritores sobre esta cuestión, el Arte de hablar en prosa y verso, de marcado estilo neoclásico, quie presenta nociones teóricas sobre Retórica y Poética. Las numerosas ediciones que tuvo a lo largo del s. XIX pueden explicarse por el edicto real (1825) que estableció el Arte como obra de referencia para la asignatura de Humanidades en España. De temática similar es la obra póstuma cuya edición quedó a cargo de Vicente Salvá: Juicio crítico de los principales poetas españoles de la última era. En los dos volúmenes que constituyen el Juicio, examina las composiciones de algunos autores españoles, señalando las faltas que cometieron unos en su redacción y elogiando el buen proceder de otros. Tampoco pudo editar la Gramática de la lengua griega, con un apéndice sobre su verdadera pronunciación antes de fallecer; si se le aplicó el calificativo de helenista no fue por esta obra, sino por la traducción que hizo al castellano en tres tomos de La Ilíada de Homero (Imprenta Real, Madrid, 1831). Sus Principios de gramática general fueron inicialmente concebidos para las clases de Ideología que impartió en el Colegio de San Mateo. Circularon manuscritos desde 1823, e influyeron sobre gramáticas inmediatamente posteriores a su fecha de publicación (1835). Esta gramática, que sintetiza las ideas sensualistas de los ideólogos franceses, se rige por un criterio semántico y su objeto de estudio es, principalmente, el nivel morfológico. Gómez Hermosilla, que concebía la Gramática como una ciencia, estableció un mínimo y un máximo de categorías morfológicas –tres y siete, respectivamente–, atendiendo al nivel de necesidad de cada lengua. Por último, cabe destacar su aportación a la legislación educativa, a la literatura política y a la prensa de la época. Escribió El jacobinismo, obra útil en todos los tiempos y necesaria en las circunstancias presentes (Imp. de D. León Amarita, Madrid, 1823) y colaboró en El Imparcial y en la fundación de El Censor. Asimismo, se le atribuye la Respuesta de un español a dos folletos publicados en París contra el Rey Nuestro Señor y su gobierno (Imp. L. Amarita, Madrid, 1825), en defensa de Fernando VII (1784-1833). Al parecer, también se ocupó de cuestiones legales y contribuyó escribiendo un Reglamento para las Escuelas de Latinidad y los Colegios de Humanidades («Comisión de Planes de Estudios. Observaciones preliminares al Proyecto de Ley sobre Escuelas de Latinidad y Colegios de Humanidades presentado a S. M. Firmado por José Gómez Hermosilla. 12-VI-1825», en Manuel Revuelta Sañudo, Rosa Fernández Lera y Andrés del Rey Sayagués, Catálogo-inventario de manuscritos y papeles de la Biblioteca Menéndez Pelayo (2ª parte), Sociedad Menéndez Pelayo, Santander, 1994, pág. 181).