Poco se conoce de la vida de este misionero agustino. Se sabe que ingresó en la Orden de San Agustín en el convento de Alcalá de Henares y que se trasladó a Filipinas en 1598. En su estancia, se afanó en el aprendizaje del tagalo, pero al ser destinado en 1599 a la región de Ilocos, al norte del archipiélago, estudió en profundidad la lengua ilocana. Fue autor de obras para la enseñanza de la religión cristiana en las misiones en Filipinas, como el Catecismo ilocano y la primera traducción de la Doctrina Cristiana en lengua ilocana. Escribió además la primera gramática del ilocano, el Arte de la lengua yloca, y un diccionario ilocano que, al parecer, no pudo terminar a causa de su muerte —que De Castro conjetura hacia 1631—, y que fue reformado por otros misioneros y finalmente compilado y aumentado por el misionero agustino Andrés Carro (1733-1806). Este agustino es también autor de la corrección y ampliación del Arte. La fecha que aparece en el manuscrito de la Biblioteca de los agustinos de Valladolid es la de 1628, aunque Quilis pone la información bibliográfica: Colegio i Universidad de S. Thomás de Aquino, Manila, 1627.
Nerea Fernández de Gobeo